tes de firmas comerciales cubanas en el
exterior.22 En 2012, el CITMA23 circuló
a sus instituciones provinciales que el
86% de población negra o mestiza laboraba en los sectores no emergentes de la
economía: Construcción, Agricultura
del modelo no fundamental para el
desarrollo o de subsistencia, Manufactura, Servicios Comunales (vinculados en
su casi totalidad al trabajo directo),
Comercio y Gastronomía (en establecimientos que no representan prioridad en
el orden comercial), Deportes (representación ínfima en los puestos ejecutivos o
con poder de decisión respecto a misiones y colaboraciones), Cultura (vinculados al hecho cultural directo y no a los
círculos de relaciones sociales de poder
ejecutivo o toma de decisiones),24 así
como un 1% de negros o mestizos en el
trabajo por cuenta propia de gerencia de
restaurantes y 87% en los sectores menores, como vendedores ambulantes,
carretilleros con productos del agro,
zapateros remendones, limpiabotas,
herreros, bici-taxistas y otros oficios.
Aquí se especifica que no son los agentes de gestión e inversión económica,
sino solo mano de obra.25
Los afrodescendientes cubanos, al no
tener una representación significativa en
los sectores emergentes de la economía
cubana ni acceso a salarios formales e
informales bien remunerados, no van a
ser beneficiados con el reinicio de las
relaciones sociales de producción conocidas como relaciones de clientelismo.26
Perspectivas
La realidad del afrodescendiente cubano
(dígase negros y mestizos) puede tornarse en la práctica más hostil de lo que
realmente figura en la teoría, ya que las
nuevas condiciones, no solo en el plano
económico, sino en la actual coyuntura
histórico-social, va marcando nuevos
derroteros hacia un futuro que no debe
verse tan lejano.
La crisis económica desde la caída del
sistema socialista (aliado estratégico de
la élite política y