Identidades No 5, Abril, 2015 | Page 17

sus heridas, el dolor puede ser aún más inmenso. Ellos son visibles en cada uno de los surcos de esta Habana que todos los días respiramos. Estas imágenes que vemos a diario no mienten; debajo de cada una hay pliegues de dolor; son parte de una legión de cubanos invisibles, anclados en la nada cotidiana como parte de la historia social de una ciudad habitada por un paisaje íntimamente feroz. Estamos ante una ciudad que a muchos nos ha tocado vivir sin protesta ni elección posibles. También La Habana son los cuerpos y para muchos habaneros, como el escritor Abilio Estévez, la felicidad del mestizaje reina aquí, aunque mucha de nuestras vidas puedan estar ancladas en Barcelona, Nueva York, Miami o El 6