IDENTIDADES 1 ESPAÑOL IDENTIDADES 8 ESPAÑOL | Page 70

ción cubana, que lucha día a día por la subsistencia, así como para ajustar la economía cubana a los retos del sistema internacional emergente en el siglo XXI, pero esto no significa que esté listo para deshacerse de la " sustancia " del " socialismo " cubano, que está siendo " actualizado " tras cambiar de opinión y dejar de ser comunista " sin arrepentimiento ". Nunca ha hecho el mínimo esfuerzo para extender su programa de reforma económica a la esfera política. Su objetivo principal sigue siendo lo de siempre: preservar el papel dirigente del Partido Comunista utilizando todos los medios disponibles y supervisar la sucesión en el poder de los moncadistas ya envejecidos por cuadros de las generaciones más jóvenes sin afrontar problemas de " conciencia política ".
2. La normalización de las relaciones Cuba-Unión Europea En febrero de 2014, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea( UE) acordó iniciar negociaciones de un nuevo acuerdo bilateral con Cuba. Este proceso diplomático despegó dos meses más tarde con la declarada intención común de superar los legados improductivos y obsoletos del pasado para adoptar un nuevo tratado que debe regir todo el ámbito de las relaciones entre Cuba y la UE: el diálogo político, la cooperación, las relaciones económicas y el comercio). Este acuerdo debe ser un instrumento legal estándar, similar a los tratados que regulan las relaciones de la UE con los estados de África, Caribe y Pacífico( ACP), que a diferencia de Cuba son firmantes del Acuerdo de Cotonú( 2000). Sin embargo, en cuanto al carácter de la normalización de las relaciones UE-Cuba por un nuevo tratado hay una profunda diferencia entre las expectativas de las " partes contratantes ". Para la UE, la normalización requiere que Cuba comience por fin a comportarse como un país ACP " normal ", esto es: abrir su sistema político y económico y fijar el camino de la reconciliación nacional hacia la democracia, el Estado de Derecho, el respeto a los derechos humanos y la prosperidad económica. Esto implica que son plenamente aplicables todas las directrices generales de la UE, las cuales deben debatirse internamente y adoptarse para los diferentes ámbitos de la cooperación internacional con los demás Estados del mundo en desarrollo, como el Marco Estratégico y el Plan de Acción de Derechos Humanos y la Democracia, que se aprobó el 25 de junio 2012. Así que la“ excepcionalidad” de la revolución cubana— que elite gobernante sigue defendiendo enérgicamente— no debe tolerarse más, sino reemplazase sin condiciones por la cooperación de buena fe sobre la base del reconocimiento conjunto de todos los propósitos y principios de la cooperación internacional conforme a la Carta de las Naciones Unidas. Después de haber tomar la decisión de cooperar con Cuba, la UE no debe renunciar en absoluto a sus principios. Los derechos humanos deben " permanecer en el centro de la relación " entre la UE y Cuba, como expresó Catherine Ashton, la " Ministro de Asuntos Exteriores " de la UE en la primavera de 2014. La decisión de restablecer los lazos normales de cooperación con Cuba no debe entenderse como " cambio en las políticas del pasado ", porque la Posición Común( 1996) continúa vigente. La
70