nidenses . Antes de esta nueva regulación , el embargo impuesto al régimen exigía que nuestros peloteros debían establecerse fuera de Cuba para ser contratados en la MLB . Por eso se veían obligados a fugarse , arriesgando muchas veces la propia vida en el intento para evadir la vigilancia de la policía política . Y eso fue también lo que estimuló al esclavista en jefe de la pelota cubana a iniciar tratos con la MLB y cifrar esperanzas en que la venta directa de nuestros jugadores ( de Cuba para EE . UU .), a través de mecanismo menos complejo y más barato , se convirtiera en otra fuente millonaria de las divisas con que medra el régimen a costa del talento y los esfuerzos de la población indefensa . ¿ Quedará cruzada de brazos la mafia blanca ante una medida que prácticamente deja fuera del pastel ? Aún pueden , en virtud de las leyes y disposiciones dictatoriales , decidir qué deben hacer en cada momento los peloteros del patio , con quiénes jugar y con quiénes no , así como cuánto tienen que cobrar por hacerlo .
La respuesta se cae por su peso : algo harán para salirse con la suya . Muchos de los más llamativos jonrones del béisbol han sido conectados en el incómodo conteo de tres y dos ( tres bolas y dos strikes ). Es verdad que estos esclavistas no son buenos bateadores , nunca lo fueron , pero tienen a su favor que continúan siendo los dueños del terreno , las pelotas , los bates , los jugadores y las reglas del juego .
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