suele suceder , pasó el tiempo y un águila sobre el mar . De manera que un día , igualmente obligados por las circunstancias , a los esclavistas no les quedó otro remedio que entreabrir las puertas de los barracones . Y ello bastaría para que empezaran a escapárseles en masa los esclavos . Cálculos discretos aseguran que más de 60 de nuestros mejores jugadores se han fugado de la Isla con la aspiración de acceder al béisbol de Grandes Ligas . Suele decirse con ligereza que su afán por huir a Estados Unidos ha estado signado únicamente por el deseo de ganar millones . Si en verdad fuera esa su única motivación , me parece suficientemente justificada y elogiable , sobre todo por tratarse de personas con excepcionales dotes naturales , que sufren al ver a sus familias hundidas en la miseria y se ven ellas mismas atrapadas entre un menesteroso presente y un futuro de indigencia . Un secreto a voces contenido en estadísticas que se relacionan con el Instituto Nacional de Deportes , Educación Física y Recreación ( INDER ) y la Federación Cubana de Béisbol da cuenta de que el 95 % de nuestros peloteros son negros o mestizos que pertenecen a la clase social más desfavorecida . Así que cuestionar su interés por ganar salarios que correspondan a su valía profesional no sólo implica una actitud indolente y mezquina , sino que también responde a enfoques absurdos . Bien se conoce que este interés no es lo único que propulsa la fuga masiva . En todo caso conforma un detonante condicionado por el callejón sin salida en que se encuentra nuestro deporte nacional , debido a la indolencia crónica , a la soberbia y a la ineptitud del régimen . Según datos conservadores , que ya ni siquiera se molestan en ocultar los comentaristas y funcionarios de plantilla oficial , Cuba muestra hoy un retraso de 30 años con respecto a las técnicas del béisbol que se juega en la MLB . Sin prisa , pero sin pausa , como suele decirse en los ámbitos del poder , la pelota nacional ha venido perdiendo su prestigio y su rica tradición mediante una deriva fatal de largos años , sin precedentes en la historia del país reconocido mundialmente como potencia en ese deporte .
Mal organizada y peor gestionada en el terreno , pasto de burócratas y dirigentes que todo lo deciden a ordeno y mando , siempre poniendo por delante sus intereses personales o los de sus copartícipes y protegidos . La ausencia absoluta de democracia dentro de un deporte de equipo donde todo debe ser analizado y discutido en conjunto , sin imposiciones caprichosas y mucho menos cuando son erróneas , ha erosionado la confianza de los jugadores en sus directivos y abrió una brecha insalvable entre los intereses de unos y otros . Algunos comentan un tanto apuradamente que la fuga de peloteros hacia el exterior es el motivo por el cual las selecciones nacionales pierden hoy sus confrontaciones internacionales . En realidad se trata de una recíproca correspondencia entre causa y efecto . Los jugadores se marchan decepcionados por el descalabro general que ha sufrido la pelota cubana y por las constantes derrotas que se derivan . Mientras , las derrotas se incrementan porque cada vez quedan menos jugadores competitivos . En medio de este irrefrenable círculo vicioso , a las autoridades no les resulta posible continuar impidiendo que se enteren tanto los deportistas como sus aficionados . Se riegan como pólvora las noticias sobre lo bien que les ha ido a muchos de los que se fugaron . Con razón en las tertulias en las que antes la gente se dedicaba a discutir pormenores sobre las series nacionales , el tema sobresaliente y más socorrido ahora es el desempeño y las millonarias ganancias de los jugadores fugados en sus respectivos equipos de la MLB . Cada año decrece , a escala de alarma , el número de asistentes a los estadios beisboleros y de quienes ven los juegos por televisión o los escuchan por radio . Resulta escandalosamente ridículo que la visita de Barack Obama a La Habana haya sido el único aliciente que tuvieron las autoridades del régimen para decidirse a reparar el Estadio Latinoamericano , emblema de la pelota cubana en la capital y sede principal de sus contiendas en el país . Durante largo tiempo , los techos y el graderío permanecieron en total desastre .
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