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Sociedad Civil:
factor fundamental para
la democracia
Fernando Palacio Mogar
Partido Solidaridad Liberal Cubano
La Habana, Cuba

E

s posible que se vigorice una sociedad civil en Cuba, donde imperan las
más rígidas prohibiciones al derecho
autónomo de asociación? De fortalecerse la
sociedad civil, ¿qué efectos puede tener para
el progreso o retroceso político? ¿Se considera algo común y normal hablar de sociedad civil en Cuba? La respuesta obvia es no.
El término es poco entendido, incluso por
determinadas personas con algunas cuotas
de poder censurado. Para muchos que pretenden, mediante asociaciones independientes del Estado, aportar su grano de arena en
la construcción de una sociedad libre y
democrática, es un gran reto que la sociedad
civil se fortalezca. En el contexto actual se
respira en las calles el descontento general
de los ciudadanos para con la forma de
gobierno y se adoptan diferentes posiciones
al pensar en un cambio democrático. Unos
caen en la parálisis, pues piensan que es
demasiado lo que hay que hacer para llegar
y deciden no hacer nada; otros deciden
escapar aun a expensa de su propia vida, ya
que piensan que no hay remedio para la falta
de libertades y derechos. Hace tiempo que
vienen realizándose reformas económicas,
en un intento por salir de la gran crisis y
librar un poco la tensión social, al verse
claramente el desabastecimiento y tener los
cubanos que hacer malabares para llevar un

plato de comida a la mesa. Después de más
de 50 años de sistema socialista sin haber
avanzado tampoco en política, sino todo lo
contrario, hemos retrocedido en el tiempo y
me pregunto: ¿Es responsabilidad del gobierno esta crisis? Además, ¿cuándo el
gobierno hará gala de sensatez y enrumbará
su política hacia el compromiso y deuda que
tiene con los habitantes de este país y más
específicamente con su sociedad civil? Todo
en la vida cambia. Si no se anhela el cambio,
de todas formas acontece debido a que todo
está en constante mutación y cambio. Si
dejamos que el cambio llegue de forma
espontánea, caemos en la dejación de la
capacidad y responsabilidad de elegir y
regular sus modos. Nos referimos a elegir
bien la forma en que se desarrolla el cambio,
esencialmente por la vía pacífica y gradual,
no por la violencia y el trauma. El Proyecto
OTRO#18, aceptado por más de una veintena de agrupaciones de la sociedad civil, abre
el camino para que, desde la ciudadanía y
dentro del marco de la ley, se den los primeros pasos para el ejercicio democrático y
deliberativo e ir avanzando en la construcción de un Estado de Derecho. Hay una gran
diversidad de grupos de la sociedad civil,
que lejos de debilitarla la fortalecen con
distintos puntos de vista y diversas opiniones para encontrar soluciones a la problemá-

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