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El enigma de los cubanos
Yordis García Fournier
Activista político y delegado en el oriente cubano del Movimiento Cubano de Jóvenes por
la Democracia
Guantánamo, Cuba
E
n una de las esquinas de mi barrio,
al centro de la ciudad de
Guantánamo, dos buenos amigos
míos sostenían una fuerte polémica sobre
la postura en general de todos los cubanos
frente a la dictadura que por más de
cincuenta años ha oprimido de varias
maneras a toda la nación. El más duro
alegaba que somos aguantones y
cobardes, no tenemos valor de tomar las
armas para liberarnos y la población de
piel negra no interviene en la lucha: por
eso estamos como estamos; el más
moderado decía que no y culpaba de todo
a los dictadores. Tal discusión me hizo
reflexionar sobre esta cuestión de análisis
y disputa en gran parte de la población.
Inmediatamente di la razón al segundo
con estos argumentos. No concuerdo con
quienes piensan que los cubanos somos
cobardes. Muchos opositores como yo
han escuchado esta tacha de personas no
opositoras que, desesperadas, frustradas y
cansadas de tanto abuso por los
mandantes de la revolución cubana,
adoptan un discurso radical y ven iguales
métodos como única alternativa de
victoria. Los cubanos siempre hemos
luchado muy duro contra la opresión, que
comenzó con la entrada de Colón en 1492
y aún no ha acabado. Se han dado
protestas espontáneas en todo este tiempo
de totalitarismo. En todas estas
manifestaciones contra quienes nos
desgobiernan hoy, tanto cristianos y ateos
como negros y blancos han alzado su voz,
para reclamar justicia y libertad.
Recordemos los sucesos de la embajada
de Perú (1980), que ocurrieron en
momento de fundamentalismo, no solo
del entonces gobernante Fidel Castro,
sino también de sus seguidores, que no
eran pocos. No había oposición pacífica
organizada
y aquella protesta fue
netamente protagonizada por el pueblo
que quería y pedía libertad. Otro estallido
que recuerdo como impactante fue el
Maleconazo (1994), que llevó a miles de
cubanos a las calles pidiendo libertad y
concitó también fuertes enfrentamientos
con la policía y los cuerpos paramilitares
creados por el r