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En la mayor parte de las comunidades afrodescendientes localizadas en áreas inaccesibles e incomunicadas, los niveles de educación básica
operan en condiciones de inferior calidad con respecto al promedio del país. Con mucha suerte hay
una escuela primaria que no da posibilidad alguna
de obtener un empleo digno y bien remunerado.
A la población se le hace muy costosa la formación profesional, secundaria o educación universitaria, ya que se ve obligada a trasladarse a otras
áreas para completar sus estudios, mediante becas
y sistemas nocturnos o laborales. Esto generalmente conlleva un gasto excesivo en alimentación
y alojamiento, que la gran mayoría no puede pagar.
Racismo y discriminación racial
La discriminación racial tiene diversas modalidades. En muchas ocasiones se manifiesta de forma
sutil y en otras, de manera abierta. Las formas
más frecuentes incluyen la exclusión de empleos,
malos tratos y lenguaje despectivo mediante uso
de expresiones con claras connotaciones racistas.
Por otro lado, a los afrodescendientes y en particular a las mujeres negras, se les discrimina a la
hora de buscar un empleo digno y aún para disfrutar de una mejor calidad de vida. En algunos
países, ante la mirada indiferente de las autoridades, se menosprecia y se limita el acceso de los
afrodescendientes a sitios públicos. Se continúan
utilizando eufemismos de connotación racista y
excluyente de las personas negras, tales como letreros de “Nos Reservamos el Derecho de Admisión” en bares, restaurantes y lugares de entretenimiento público; sitios VIP (Very Important Person); “Residencial Exclusivo” o “Condominio
Exclusivo,” que ponen trabas a los negros. En los
clasificados comerciales se utiliza siempre la
frase “Se solicita persona de ‘Buena Presencia”
para atención al público y con esto se limita el acceso de las personas negras o indígenas a muchas
oportunidades de trabajo.
En algunos países se exige una fotografía en la
solicitud de empleo, que sirve como filtro para limitar el acceso de personas negras. Estos son
mecanismos sutiles que han sido denunciados por

el Comité Internacional Contra la Discriminación
Racial (CERD), ya que violan la dignidad y los
derechos de las personas.
Todas estas expresiones tienen su origen en el sistema de valores predominante, que está basado en
los prejuicios y estereotipos racistas con menosprecio de casi todo lo que hace referencia o simboliza a la raza negra, es decir: un “racismo estructural”, legitimado e institucionalizado y arraigado en la cultura popular.
El racismo se ha convertido en uno de los principales obstáculos para el acceso de hombres y mujeres afrodescendientes a muchas oportunidades y
beneficios comunes al resto de las poblaciones.
En el caso de las mujeres cabe señalar que su condición de exclusión es evidente a la hora de cumplir los compromisos establecidos en la Plataforma de Acción para la Mujer (PAM) aprobada
por las Naciones Unidas (Pekín, 1995). Si bien es
cierto que en casi todos los países hay avances
significativos para mejorar la condición de la mujer, esto sigue siendo una quimera para las mujeres negras.
No debemos perder de vista que el racismo es una
ideología impuesta por un grupo dominante, la
cual está cultural y socialmente arraigada en la
conciencia de la mayoría de las personas y que
por diversos mecanismos se sigue reproduciendo
y sustentando en la creencia de la “supremacía
blanca.” El racismo se practica incluso por personas que no son blancas, pero se sienten y se comportan como si lo fueran.
La violencia doméstica
Otra problemática, no menos importante es la violencia psicológica, física y sexual que se ejerce
contra las mujeres negras. Es una de las principales manifestaciones de la discriminación por género. Las mujeres que son víctimas de la violencia están sometidas a un sistema de control y de
opresión impuesto por sus propios compañeros,
esposos, pareja o novios, quienes a menudo son
también afrodescendientes y violan los derechos
e integridad como personas. Bajo este régimen de
violencia, las mujeres difícilmente logran su rendimiento físico y mental óptimo. Generalmente

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