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Mujeres afrodescendientes:
clase y género en Cuba y el mundo
pobreza, exclusión
y racismo
Cecilia Rojas Moreno
Socióloga
Integrante de la Coordinación Regional de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas,
Afrocaribeñas y de la Diáspora
Coordinadora Nacional de la Red de Mujeres Afro-Panameñas – REMAP
Panamá
E
l pasado mes de diciembre, la Asamblea
General de la ONU adoptó por consenso
una resolución que establece la celebración del Decenio Internacional de los Afrodescendientes desde el primero de enero de 2015
hasta el 31 de diciembre de 2024. El lema es:
“Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y
desarrollo”, tomando en cuenta que todos los seres humanos nacen libres, con igualdad de derechos y dignidad.
La resolución de la ONU reconoce formalmente
una realidad palpable: que en pleno Siglo XXI viven aún millones de personas de descendencia
africana (piel oscura, cabellos rizados, pómulos
salientes, labios gruesos) bajo diversas formas de
racismo, discriminación, xenofobia e intolerancia
heredadas de un pasado colonial, que violan sus
derechos humanos. De ahí la necesidad de comprender mejor la realidad que viven estas poblaciones, así como los procesos y tendencias que se
están desarrollando para fortalecer la conciencia
y la participación ciudadana con ánimo de influir
significativamente en la orientación de políticas
públicas y en la redistribución de la riqueza de
nuestros países.
Pobreza, exclusión y marginalidad
La realidad que ha caracterizado a la población
afrodescendiente y, en particular, las mujeres negras de América Latina, ha sido la pobreza, la exclusión y la marginalidad. Todavía vivimos la secuela del doloroso holocausto que representó la
esclavitud y el tráfico trasatlántico de africanos y
africanas. Y a pesar de que se trata de una población cuatro veces mayor que la indígena, su situación ha permanecido invisibilizada en toda la región. Hay que reconocer que esto se debe en parte
a que la población afrodescendiente, a diferencia
de los indígenas, ha estado menos organizada en
función de sus problemas e intereses comunes
como grupo excluido y, en general, ha tenido escaso poder político y bajo nivel organizativo. Por
otro lado, en los foros internacionales y en las investigaciones académicas se ha dado menos importancia a la problemática de los pueblos afrodescendientes. Son muy pocos los países que
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