sobresalto confuso! Pequeños pies y
huesos de niño caen por los costados,
mientras inesperadamente escapa un
tibio orín de entre mis piernas. Percibo
un frío que recorre mi cuerpo, escucho el
inevitable ruido de las gotas que caen.
¡Ahora recuerdo un rostro que gira
violentamente, desfigurado y enfurecido,
creo que no le gusta que la miren
mientras prepara sus tamales! La
t a m a l e ra s e m e a r ro j a e n c i m a ,
enardecida, con un mazo metálico lleno
de picos. Clava su arma sobre mi cabeza,
sin piedad. Con violencia, hace brotar
intermitentes chorros de sangre tibia,
mientras la habitación se inunda de un
olor desagradable. La habitación gira y
gira, se desvanece por instantes entre
p e q u e ñ a s l u c e s c e g a d o r a s q u e
parpadean frente a mis ojos. Mientras
tanto, la muerte me jala los pies hacia el
fondo de la habitación, dejo caer los
billetes que mi madre me había dado
como pago de la cena.
¿La flor ha muerto o la han matado? Me
arrancaron de raíz y me han botado. El
dolor punza detrás de mis ojos, la lengua
se siente seca, el cuerpo tiembla sin
parar. Estiro mi mano, pero sólo alcanzo
un montón de huesos roídos que
reconozco con una sola mirada. ¡Ya no
quiero mirar! Mi mundo confuso se
desvanece, ¡no importa, igual iba a
terminar pronto! Después de un rato,
abro temerosa y lentamente los ojos. ¡El
tiempo se marchó sin aviso, lo perdí en
alguno de sus instantes! Me encuentro
recostada y desorientada en una
habitación con poca luz, sin ventanas, al
lado de un personaje conocido: ese
gordo ebrio al que la tamalera había
cargado. Ahora se encuentra aquí,
¡desnudo hasta los huesos, cortado en
pedazos tan pequeños que cuesta
trabajo creer la pequeñez con la que ha
terminado esa corpulencia! Conforme
pasan los minutos me acostumbro a esa
oscuridad. Lentamente, el montón de
huesos se convierte en varios montones
enormes, dispuestos sin sentido en la
pequeña sala pestilente. Un aroma a
p u t r e f a c c i ó n p e n e t r a h a s t a l a
profundidad de mi nariz. Este sitio es una
mazmorra llena de moscas verdes,
colosales, que zumban alrededor y llevan