Ideas Escrita Días de muertos | Page 34

sobresalto confuso! Pequeños pies y huesos de niño caen por los costados, mientras inesperadamente escapa un tibio orín de entre mis piernas. Percibo un frío que recorre mi cuerpo, escucho el inevitable ruido de las gotas que caen. ¡Ahora recuerdo un rostro que gira violentamente, desfigurado y enfurecido, creo que no le gusta que la miren mientras prepara sus tamales! La t a m a l e ra s e m e a r ro j a e n c i m a , enardecida, con un mazo metálico lleno de picos. Clava su arma sobre mi cabeza, sin piedad. Con violencia, hace brotar intermitentes chorros de sangre tibia, mientras la habitación se inunda de un olor desagradable. La habitación gira y gira, se desvanece por instantes entre p e q u e ñ a s l u c e s c e g a d o r a s q u e parpadean frente a mis ojos. Mientras tanto, la muerte me jala los pies hacia el fondo de la habitación, dejo caer los billetes que mi madre me había dado como pago de la cena. ¿La flor ha muerto o la han matado? Me arrancaron de raíz y me han botado. El dolor punza detrás de mis ojos, la lengua se siente seca, el cuerpo tiembla sin parar. Estiro mi mano, pero sólo alcanzo un montón de huesos roídos que reconozco con una sola mirada. ¡Ya no quiero mirar! Mi mundo confuso se desvanece, ¡no importa, igual iba a terminar pronto! Después de un rato, abro temerosa y lentamente los ojos. ¡El tiempo se marchó sin aviso, lo perdí en alguno de sus instantes! Me encuentro recostada y desorientada en una habitación con poca luz, sin ventanas, al lado de un personaje conocido: ese gordo ebrio al que la tamalera había cargado. Ahora se encuentra aquí, ¡desnudo hasta los huesos, cortado en pedazos tan pequeños que cuesta trabajo creer la pequeñez con la que ha terminado esa corpulencia! Conforme pasan los minutos me acostumbro a esa oscuridad. Lentamente, el montón de huesos se convierte en varios montones enormes, dispuestos sin sentido en la pequeña sala pestilente. Un aroma a p u t r e f a c c i ó n p e n e t r a h a s t a l a profundidad de mi nariz. Este sitio es una mazmorra llena de moscas verdes, colosales, que zumban alrededor y llevan