EXEQUIAS
POR: GALERO.
Pánuco Ver
#16
Cristina sujetó la mano de
Juanita y la condujo con
cuidado por el acotamiento de
una carretera. La autopista
estaba vacía y no había rastro
de ningún edificio o persona en
los alrededores. Sin embargo,
Cristina ya había confirmado
en el pueblo que la posada se
encontraba en esa dirección,
así que siguió adelante con
determinación. El camión que
las había llevado hasta aquel
lugar desapareció detrás de
una curva. Juanita iba vestida
con un hermoso vestido blanco,
adornado con lazos discretos y
elegantes que le concedían la
apariencia de una señorita
mayor. Pese a que caminaba en
una senda de tierra suelta,
tenía mucho cuidado de que su
ropa se mantuviera lo más
limpia posible. Bajo el brazo
sostenía una muñeca con
sonrisa de hilo envuelta con un
moño de regalo. Su madre
portaba un vestido largo de
color negro, en clara