Idea Escrita Arte Plástico | Page 61

Al llegar al conjunto de departamentos, un vecino le señaló cuál era el correcto. Tocó la puerta, una y otra vez, esperó más de diez minutos y nadie salió, ningún ruido se oía, entonces se dio cuenta que la puerta no tenía seguro. Abrió, "buenas tardes" -dijo, mientras pasaba. Tardó un minuto en acostumbrarse a la penumbra, recorrió todo el lugar, no tardó más de medio minuto en ello; él no estaba. Entonces se acercó a la mesa junto a la ventana, miró el dibujo de una muchacha parada en el campo, y pegada a esa hoja estaba otro dibujo, en él se veía a un hombre joven, delgado, alto, sumamente feliz, también en el campo, tendiendo su mano a la muchacha de al lado, mirándola... semejaba que irían juntos a algún lado, a plasmarse en ese mundo de colores donde no había obligaciones, sólo su eterna compañía, todo el amor por descubrir y esa extraña fragancia que parecía emanar de las páginas... Y.N.