IDE Online Magazine Julio 2016 | Page 12

La papelera es en nuestro país la industria líder en producción y utilización de energía renovable procedente de biomasa. El 28% del combustible utilizado en 2015 (frente al 23% en 2014) fue biomasa y biogás y el resto gas natural.

Las fábricas del sector producen la mayor parte de la energía que utilizan en eficientes plantas de cogeneración, con 1.086 MW de potencia instalada.

Con una generación de electricidad de 5,4 millones de MWh (un 6% más que en el ejercicio anterior), las emisiones sectoriales de CO2 se redujeron un 2,9%.

El sector tiene una larga tradición en la optimización del uso del agua. Con respecto a 2000, la utilización total de agua se redujo un 32%, pese a que en 2015 la producción de celulosa y papel fue un 20% superior a la de 15 años atrás.

En la fabricación de celulosa se utilizaron 36 m3 por tonelada, de los cuales solo 3 m3 se consumieron (al incorporarse al producto final o evaporarse en el proceso) y el resto se devolvió adecuadamente depurado y tras ser reutilizado internamente. En la fabricación de papel el uso de agua fue de 8 m3 por tonelada y el consumo de 2 m3.

Finalmente, el 80% de los residuos del proceso papelero se convirtieron en 2015 de nuevo en recursos en el uso directo agrícola o como compost, reciclados como materia prima en otras industrias o bien vía valorización energética.

“Las claves de la nueva industria, la industria de un futuro que ya está aquí –explicó el presidente de ASPAPEL, Enrique Isidro-, son los bioproductos, la economía circular y la industria inteligente, la industria 4.0. La industria española de la celulosa desempeña un papel protagonista en la nueva economía, como bioindustria basada en un recurso renovable. Somos referente del nuevo modelo industrial, basado en la economía circular y estamos preparados para abordar la cuarta revolución industrial”.

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