Pág.14
P
esa menos de 150 gramos y dura en la bahía de Delaware, en Estados Unidos, duce.
mide unos 25 centímetros, pero una escala muy importante de estas aves antes de
Además estas aves –cuyas largas patas revelan
es capaz de recorrer cada año llegar al Ártico. El cangrejo es un componente hábitos caminadores– dependen de las mareas:
más de 30.000 kilómetros en un largo esencial de la alimentación de los playeros, de cuando el agua se retira, deja al descubierto en la
periplo que lo lleva desde América del modo que la progresiva desaparición de una restinga gran cantidad de mejillines, cangrejitos
Norte hasta Tierra del Fuego, durante el invierno especie puede poner en peligro el eslabón si- y moluscos que les sirven de alimento. Un ali-
boreal, para luego regresar hacia el Norte desde guiente de la cadena. Además, los playeros roji- mento esencial: aquí deben engordar para cum-
fines de febrero en adelante. Llevado por ese zos son especialmente sensibles a la presencia de plir procesos fisiológicos como el cambio de plu-
misterioso timón que guía a las aves migratorias, ma –que va mutando del grisáceo al rojizo a
la protagonista de este milagro de la naturaleza medida que avanza su viaje– y la ovulación, ade-
mutando al rojo a medida que avanza en su vue- que existen entre las aves migratorias de todo el
Verlo no es nada difícil, ni siquiera a simple vista, La voracidad de los playeros asombra: comen
culares para conocer más detalladamente su marea, hasta 14 veces su propio peso. Cuando
deja descubierta varias horas al día, se advierte descanso.
en busca de ganar peso para emprender el exi- mezclados entre los ostreros y los chorlitos de
cientos, pero también son cada vez menos, como cen conocidos de toda la vida.
es un ave pequeña y de plumaje grisáceo que va
más de un vuelo que es uno de los más largos
lo hacia el Norte: el playero rojizo.
mundo.
aunque bien vale la ayuda de unos buenos bino-
rápidamente, en el corto lapso que les deja la
comportamiento: desde la restinga que la marea
llegue la marea alta será, en cambio, la hora del
su picoteo incesante, una alimentación frenética
A esta altura, los playeros rojizos –que andan
gente viaje hacia sus sitios de cría. Son decenas,
doble collar, otra especie que no migra– ya pare-
advierten con inevitable desazón los biólogos que predadores. A este panorama hay que sumarle la
dedican sus vidas a estudiarlo, y que lamentan presencia de personas sobre las áreas protegidas,
las numerosas amenazas que pesan sobre el pla- difíciles de cuidar por su extensión, soledad, falta
yero rojizo y muchas otras aves migratorias que de suficientes guardias ambientales y desconoci-
están sobrevolando en estos momentos los cielos miento de la importancia de preservar la playa
argentinos.
intacta para permitir la alimentación de las aves
Los motivos, que se están estudiando los científi- que en ellas descansan y buscan su alimento.
cos especialistas en aves migratorias, tienen uno
La especie vive y depende exclusivamente de la
a la cabeza: la sobrepesca del cangrejo de herra- playa: allí vive, duerme, se alimenta y se repro-
En el marco de un proyecto áulico donde se abordan las
adaptaciones de las aves playeras de nuestra costa los alum-
nos de 3° A y B junto a sus docentes y la profe de Laborato-
rio realizaron una visita didáctica al Centro de Interpreta-
ción de la Reserva Costa Atlántica. Allí fueron recibidos por
Tabaré Barreto, referente del espacio los recibió muy amablemente y desde su experiencia pudo
conversar con los chicos sobre estas aves migratorias, su características y los cuidados que necesi-
tan para poder desarrollarse. Luego de todo esto se realizó una caminata hasta la costa para reali-
zar un avistamiento de las aves presentes en la playa. La salida ha sido muy productiva y el día
acompaño para poder tener una experiencia directa con las aves que habitan nuestras costas.