Escribe Prof. Carmen Gomez
C
res esfuerzos), como de los adultos.
Siguiendo en este ámbito, ¡qué trabajo
difícil resulta tener un hijo!. Cada cosa
recí en una sociedad donde se decía “el
trabajo es salud” , y ustedes dirán aho-
ra….”Hum! pero no hay trabajo”. Y yo les diría nuevamente “el tra-
bajo es salud”. ¿Qué significa “trabajo” o “trabajar”?
Según el diccionario Larousse, desde la perspectiva morfológica;
define Trabajador: según su forma, adjetivo: Relativo a quien trabaja
mucho y disfruta al hacerlo;
sustantivo: Empleado, persona asala-
riada y finalmente “trabajo” acción: Realizar un esfuerzo en una
actividad física o mental.
En el diccionario enciclopédico Océano entre sus tantas acepciones,
una, sola una de ellas la define como: “Jornalero, obrero”.
Si vamos al diccionario de la Real Academia Española, lo define co-
mo: “Acción y efecto de trabajar”; y a su vez, trabajar en su segunda
acepción, como: “Tener una ocupación remunerada en una empresa,
una institución, etc…
que sembremos en nuestros hijos desde
pequeños, con esfuerzo, con dedicación, es un arduo trabajo, y que
¡qué dura para toda la vida! Muchas veces escucho a papás, mamás,
decir….”no se cómo enseñarle”…a lo que yo respondo: Usted NO,
tiene que enseñarle, ese es trabajo del docente. Lo que usted debe
hacer, justamente es su trabajo de mamá, que ya es mucho.
¿Tenés animalitos en casa?; ¿tenés un jardín? Sin duda, pensás que
hacer estas cosas son esfuerzos que no te los paga nadie. Pero justa-
mente estos, son los que tienen un valor incalculable, estos van a
quedar grabados en tus hijos y sin duda los vas a formar en valores y
justamente en esa “cultura de trabajo” perdida a lo lejos y hace tiem-
po.
El trabajo ayuda, tanto en la salud física como mental. Yo recuerdo
que mi papá siempre me decía que mi trabajo era: estudiar. Claro se
puede decir, mientras me preparaba para aquello que no sólo me
traería satisfacción, porque sin duda un trabajo que signifique hacer
Ante lo expuesto, considero que cualquier actividad que requiera de lo que te gusta, ayuda más. Pero no obstante yo diría para esta época,
un esfuerzo en una actividad física o mental, finalmente es nuestros niños, nuestros adolescentes tienen ese trabajo ahora. Pero
“trabajar”. Es en este punto en el cual quiero detenerme. si algún adulto, se encuentra en la búsqueda de un trabajo que sea
Seguramente
muchas
familias de nuestra comu-
nidad educativa, se en-
cuentran sin un empleo
por el cual perciban un
salario. Dentro de este
aspecto, no voy a opinar
remunerativo. Por qué no
esperarlo, estudiando (hay
muchos cursos gratis, por
ejemplo); haciendo labores
que si bien no nos gratifican
monetariamente, nos puedan
mantener con salud.
porque creo pasa más por Lo importante en cada uno de
lo social, lo político y no es los “trabajos” que se realicen
mi fuerte. es hacerlo con alegría, to-
Si pensamos en todo lo
que realizamos en el día,
dentro de nuestras horas
de descanso; podemos encontrar esos trabajos “silenciosos”; y por ello
no dejar de ser “importantes”.
Los quehaceres de la casa, por ejemplo, muchas veces son relegados
a las mujeres, hoy en día se puede tomar la posta desde todos los
actores que conforman la familia. Desde el más pequeño (con meno-
marlo desde otra perspectiva,
saber que lo que hacemos,
contribuye a un “granito” de
arena para que nuestro sociedad se despoje de tanto egoísmo, des-
gano, violencia, amargura, divisiones, y tantas otros males actuales,
que no sólo te dañan a vos, sino a toda la sociedad, ese lugar que el
día de mañana deberán afrontar tus hijos, nuestros hijos.