Quetrihué y Selva Triste, el Río Correntoso, las cascadas del
Río Bonito y de Santa Ana y Dora, el Cajón Negro o el Puerto
Manzano. Tampoco puede omitirse la oportunidad de pescar
con mosca, especialidad de la casa, y de empacharse con alguno
de los platos locales, como la trucha o el cordero patagónico.
USHUAIA
Hemos llegado al fin del mundo. Al considerar esa
afirmación uno puede imaginar muchas cosas, pero lo cierto
es que se trata de una encantadora y pequeña ciudad en la
cual la calidez de su gente será suficiente para superar sus
bajas temperaturas que la azotan durante casi todo el año. Se
trata de Ushuaia en la provincia de Tierra del Fuego, allá por
el extremo sur de la Argentina donde todo termina y al mismo
tiempo todo comienza.
Denominada la más austral de mundo, esta ciudad posee
varios atractivos al alcance de la mano, más allá de su natural
y hermoso paisaje natural que la custodia. Tal vez su símbolo
más representativo sea el llamado faro del fin del mundo, el más
antiguo de la Argentina y el primero en ser construido en aguas
australes (en 1884), que se encuentra en la Isla de los Estados.
En tanto, Ushuaia posee varios lagos y lagunas cercanas de
origen glaciar, como la pequeña y elegante Laguna del Diablo
(rodeada por bosque y donde se puede patinar sobre hielo en
el invierno) o el Lago Fagnano (bastante más alejado, a treinta
kilómetros hacia el norte). Los glaciares más próximos son el
Martial y el Vinciguerra.
Otro sector reconocido es el Cerro Castor a veintiséis
kilómetros del centro, con 24 pistas de esquí habilitadas desde
junio hasta octubre. También vale la pena conocer el Solar
del Bosque y Tierra Mayor, donde se puede realizar esquí de
fondo, paseos, viajes en trineos y demás. Algunos de sus sitios
históricos son la Plaza Cívica 12 de octubre con su obelisco, la
Legislatura Provincial o la Casa Típica, construida en 1920 por
la familia