Hay veces que esta-
mos tan desespera-
dos que no hallamos
que hacer para salir
de nuestra desespe-
ración. Este salmo lo
encuentro de mucha
bendición porque nos
enseña la forma co-
rrecta de comunicar-
nos con Dios cuando
estamos en desespe-
ración y perseguidos
por enemigos.
Sabemos que Dios es
bueno y lleno de mi-
sericordia:
Podemos deleitarnos
infinitamente con la
bondad de Dios y su
misericordia infinita.
Pero hoy estamos ante
la presencia del Señor
suplicando y haciendo
uso de las promesas
del Altísimo.
No se inquieten por nada; más bien,
en toda ocasión, con oración y ruego,
Salmo 118:1 “Alabad a Je- presenten sus peticiones a Dios y denle
hová, porque él es bue-
gracias. Y la paz de Dios, que sobre-
no; Porque para siempre
es su misericordia; 36:7-8 pasa todo entendimiento, cuidará sus
¡Cuán preciosa, oh Dios, corazones y sus pensamientos en Cristo
es tu m