Un noviazgo en
santidad
El noviazgo como se
practica en la actua-
lidad es realmente
una invención huma-
na. En la Palabra de
Dios no se menciona
la palabra “noviazgo”,
ni hay alguna refe-
rencia a una relación
entre hombre y mujer
o dinámica similar al
noviazgo tal como se
entiende ahora.
Las palabras “Novia”
y “Novio” aparecen
en el Antiguo Testa-
mento para referirse
a quienes contraen
nupcias en una boda. En
El “noviazgo cristiano”,
si es que se le puede
llamar de esa manera,
tiene como propósito
conocer la voluntad de
Dios con respecto a la
futura unión definiti-
va de la pareja. Más
que buscar “conocer a
profundidad a la otra
persona” (lo cual, di-
cho sea de paso, nun-
ca sucede ni siquiera
después de muchos
años de matrimonio), e
novio cristiano y la no-
via cristiana deben es-
tar atentos a la voz de
Dios en todo momento
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza
y el amor, estos tres; pero el mayor de
ellos es el amor.” 1 Corintios 13:13