REPORTAJE
POR PARTES
LO INDISPENSABLE PARA DISFRUTAR
Nos hemos decidido. Vamos a probar qué es eso de fumar una shisha. Pero lo primero es
identificar convenientemente cada una de las partes que la componen. Una vez identificadas,
ya podemos montarla y disponernos a preparar la fumada. Un ritual que no tiene nada que
envidiar al de otros muchos placeres.
N
os hemos compra-
do una pipa de agua
para fumar en este
curioso artilugio que está
causando furor en multitud
de ambientes. Para empe-
zar, hemos de comprobar
que la shisha que nos he-
mos comprado venga con
todos sus elementos esen-
ciales (cazoleta, manguera,
cenicero, gomas, pinzas,
cuerpo y vaso). Y si hay
instrucciones de montaje y
uso, mejor. También hemos
de tener en cuenta que
la fumada requiere de un
tiempo tanto de prepara-
ción como de consumición
y este último nunca suele
ser inferior a media hora.
El vaso de la cachimba he-
mos de llenarlo de agua
suficiente como para cubrir
parte del tubo metálico que
es continuación del cuerpo
de la shisha, es decir, lle-
nar aproximadmente dos
tercios del vaso para que
quede aire en el otro ter-
cio que pueda acumularse
el humo que inhalaremos
en la fumada. Uniremos el
vaso al cuerpo de la shisha
evitando que se produzcan
fugas de aire y colocare-
mos la cazoleta con el ta-
baco que hayamos elegi-
do, apelmazado, pero no
apretado
asegurándonos
de que circula el aire. Pos-
teriormente, lo cubriremos
con papel de aluminio para
separarlo del carbón. An-
tes de poner el carbón en-
cendido al rojo vivo con las
pinzas del kit que venía con
la cachimba, realizaremos
unos agujeritos dispersos
en el papel aluminio para
que el aire pueda pasar del
carbón hacia la cazoleta y
vaporizar el tabaco (nunca
lo quema). Así, podemos
decir que ya está todo listo
para empezar a fumar. Una
fumada que se inicia inha-
lando a través de la man-
guera (al principio cuesta
un poco), de manera que
el aire del exterior pasa a
través del carbón y la ca-
zoleta con el tabaco, atra-
viesa ya en forma de humo
el cuerpo de la cachimba
tras vaporizar el tabaco de
la cazoleta llegando al vaso
inferior de cristal por deba-
jo del nivel del agua y pro-
duciendo unas burbujas. Al
pasar por el agua, el humo
se refresca y queda en el
espacio ocupado por el
aire hasta que se inhala de
nuevo por la manguera. La
pipa de agua se mantiene
encendida por el efecto del
cambio de presión que se
produce cada vez que se in-
hala por la manguera y va-
ciarse el aire/humo conte-
nido en el vaso, lo que hace
que el mecanismo tire del
aire exterior y atraviese de
nuevo el carbón y el tabaco
de la cazoleta. En caso de
no haber fumado durante
un periodo largo, es con-
veniente deshacerse del
humo acumulado en el vaso
soplando por la manguera,
en vez de inhalando, lo que
hará que ese humo escape
por la válvula situada en la
parte inferior del cuerpo de
la shisha Una vez finalizada
la fumada se ha de limpiar
la pipa de agua concienzu-
damente para dejarla lista
para un próximo uso. Lavar
la cazoleta y el vaso, dejar
bien limpias las mangueras
para que no contengan par-
tículas de tabaco soplándo-
las... Es decir, no dejar ni
rastro de la fumada para
no notar los sabores en
una sesión posterior.
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