HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 87
HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA
superior. Para evitar este trabajo tan complicado y de gran
insumo de tiempo, más adelante todos los transportes ya
entregaban su carga desnuda. Los judíos desnudos eran
llevados a inmensas salas. Estas salas tenían capacidad
para varios miles de personas. No tenían ventanas, y eran
de metal con piso sumergible. El piso de estas salas, con
los miles de judíos encima, luego se bajaba a una pileta
con agua, que se encontraba por debajo; pero solamente
tanto como para que las personas sobre [a plataforma
metálica no quedaran tapadas del todo por el agua.
Cuando el agua ya les llegaba hasta las caderas, se
activaba una línea de alta tensión a través del agua.
Después de unos pocos instantes, todos los judíos, miles a
la vez, habían muerto. Entonces el piso metálico volvía a
elevarse. Sobre él yacían los cadáveres de los ejecutados.
Se conectaba otra corriente eléctrica, y la plataforma
metálica se convertía en un crematorio ' incandescente,
hasta que todos los cadáveres se habían transformado en
cenizas. Gigantescas grúas levantaban luego esta inmensa
urna y descargaban las cenizas.
Grandes chimeneas, tipo fabril, evacuaban el humo. El
procedimiento había terminado. El próximo tren ya
esperaba con más judíos delante de la boca del túnel.
Cada tren traía de tres a cinco mil, y a veces aún más
judíos. Hubo días en que el ramal a Belzec había
transportado veinte o aun más trenes. La técnica moderna
triunfaba bajo la conducción nazi. Habían solucionado el
problema de cómo ejecutar a millones de personas.
Variante 5: Los judíos eran asesinados en una ducha
eléctrica, y luego transformados en jabón. Esta versión es
original de Simon Wiesenthal. Wiesenthal no alcanza, ni
de lejos, la inspirada vena poética del Dr. Phil. Stefan
Szende, de manera que su relato del molino humano de
Belzec queda muy por debajo de la descripción de Szende:
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