HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 157
HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA
que al cremar los cadáveres chorrea la grasa y que las SS
arrojaron a niños de pecho a esa grasa humana hirviente,
que Rudolf Höss visitó ya en junio de 1941 el campo de
Treblinka, fundado en julio de 1942, que Simon
Wiesenthal sobrevivió a doce campos de exterminio sin
haber sido aniquilado en ninguno de los doce, que es
posible observar la agonía de 2.000 personas en una
cámara de gas de 210 m 2 por la mirilla de la puerta, no
siendo obstruida la visión del observador por la persona
parada delante de la mirilla. Creen que Hitler ordenó el
exterminio total de los judíos a comienzos de 1942 y no
cejan para nada en esta convicción, aunque lean que
según Nahum Goldmann hubo después de la guerra
600.000 prisioneros judíos sobrevivientes de KZ. Creen en
todas estas cosas con un fanatismo incondicional,
religioso, y aquél que dudare se hace culpable del máximo
pecado que aún queda en estos años noventa de nuestro
siglo. ¡Al fin y al cabo, todo esto ha sido probado por
testimonios fehacientes y las confesiones de perpetradores
en proceso jurídico-estatales irrecusables!
Los libros sobre el holocausto llenan bibliotecas enteras,
ejércitos de escribidores y productores de películas
escabrosas engordan con y por el holocausto, Claude
Lanzmann se hizo famoso con su película en la cual relata
cómo 17 peluqueros le cortaban el pelo a 70 mujeres
desnudas en una cámara de gas de cuatro metros de
longitud por cuatro de ancho, «historiadores» como
Poliakov, Hilberg, Langbein, Jäckel, Friedländer, Scheffler
y Benz le deben sus laureles académicos a las cámaras de
gas, y en unas cuantas escuelas de los EE.UU., las
«Holocaust Studies» son materia obligatoria de igual
importancia que la física o la geometría.
Una vez que la locura haya pasado y la humanidad haya
despertado de su pesadilla, sentiremos una inmensa e
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