HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 155
HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA
teóricamente con grandes dificultades, son, empero,
inconcebibles en la práctica, ya que cualquier motor
naftero es un arma asesina mucho más peligrosa que un
motor diesel. El tercero habría estipulado categóricamente
que el cuento de que millones de cadáveres puedan
hacerse desaparecer en campo abierto sin dejar rastros, es
un disparate total. ¡Tres peritajes, llevados a cabo por
expertos en el año 1949, le habrían ahorrado al mundo
una imbécil propaganda del holocausto practicada ya por
décadas!
Sin ninguna duda, los futuros historiadores llegarán a la
conclusión de que la historia del holocausto del siglo XX
es el equivalente cabal de la creencia en las brujas del
Medioevo.
En la Edad Media, toda Europa, incluyendo sus
intelectuales más ilustres, creyó en la existencia de brujas.
En un sinnúmero de procesos, las brujas probadas
culpables de haber fornicado con el Demonio, confesaron
su conducta desvergonzada. Gracias a esas confesiones,
se sabía que la verga de Satanás era escamada y su
semen, helado. Por medio de ensayos científicos exactos,
investigadores de mérito pudieron probar que algunas
brujas no se salían de su cama mientras que, al mismo
tiempo, montadas sobre sus escobas, cabalgaban por los
aires en la noche de Walpurgis, para luego cohabitar con
el Príncipe de las tinieblas. Esto significaba que sobre la
escoba no estaba montado el cuerpo de las brujas sino su
otro ego, es decir, su alma. Miles de herejes impíos,
juntamente con las brujas, fueron a parar a la hoguera en
castigo por su pacto con el diablo; el texto de esos pactos
había sido exactamente reconstruido merced al celo de
tribunales estrictamente legales. Legiones de testigos fe-
hacientes confirmaban esas conclusiones científicas con
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