HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA - JURGEN GRAF El Holocausto bajo la Lupa | Page 107

HOLOCAUSTO BAJO LA LUPA « ¡Cerdo, mantén abiertos tus ojos de marrano!...» Hicieron falta tres días hasta que pudo hacer una declaración coherente. Ya hace casi medio siglo que el pueblo alemán está bajo la monstruosa acusación de haber condenado a muerte a los judíos en forma colectiva y, en tanto fue posible apoderarse de ellos, haberlos aniquilado mediante asesinato masivo a sangre fría. La base para esta acusación es una confesión forzada bajo tortura. Los mozos de verdugo, empero, sufrieron algunos deslices desagradables. Inventaron un campo de exterminio «Wolzek», o permitieron que Höss lo inventara, y obligaron a Höss a confesar que ya visitó en junio de 1941 el campo de Treblinka, que fue instalado sólo 13 meses más tarde. Luego de su confesión testimonial en Nuremberg, Höss fue extraditado a Polonia. En la prisión de Cracovia redactó su autobiografía, que a grandes rasgos podría ser cierta, y sus notas sobre el exterminio de judíos en Auschwitz. Ahora bien, lo que jamás se sabrá es si los inauditos excesos que Höss relata en su descripción del proceso de gaseo e incineración son producto de la fantasía de sus guardianes, o si describió imposibilidades técnicas en sabia prevención de que serían descubiertas en el futuro. Si bien Auschwitz ya había sido indicado en Nuremberg como el centro de exterminio de judíos, hasta cerca de 1960 se hablaba más bien de Dachau y sus cámaras de gas. Pero a la larga no se pudo mantener la mentira de las cámaras de gas sitas en territorio del antiguo Reich alemán, ya que las pruebas en contra eran aplastantes. Fue por ese motivo que las camarillas de falsificación de la historia decidieron trasladar las cámaras de gas detrás de la cortina de hierro, e intensificaron masivamente la propaganda sobre Auschwitz en sustitución de las cámaras de gas perdidas de Dachau, Buchenwald etc. 107