Hitos de la Historia núm.2 - Octubre 2018 | Page 7
September 2019
AÑO I - Nº2
Inside the Issue
brevemente la postura de Jonathan Brown, reconocido
especialista de la pintura española de la época y de la obra de
Velázquez. En un capítulo que curiosamente se titula Sobre el
significado de Las Meninas, este autor expone una síntesis de
su postura, representativa de una corriente de interpretación
integrada por investigadores anteriores y posteriores a él. El
mencionado Nieto Alcalde, por ejemplo, parte de la misma
postura.
Para Jonathan Brown, Las Meninas implica un
pronunciamiento de Velázquez acerca de la situación social
de los pintores en general, y también acerca de su propia
carrera personal dentro de la corte del rey Felipe IV. En ella
se propone “demostrar de una vez por todas que la pintura es
un arte noble y liberal”; al mismo tiempo que realiza “una
afirmación personal de […] nobleza” . ¿Cómo se llega a esta
conclusión a través de lo expuesto? La decisión de Velázquez
de representarse acompañado por la infanta, su séquito y
sobre todo la pareja real, estaría implicando que ellos validan
tanto el arte de pintar como a él mismo, que se autorretrató
ejerciéndolo. “Lo que se nos muestra es un suceso
extraordinario y, quizás, sin precedentes. Apenas podemos
recordar pintura alguna anterior en que se haya representado
juntos a un monarca vivo y a un pintor en plena tarea” .
Otras decisiones apoyan esta idea, como el hecho de que
sus ropas son claramente más finas y elaboradas que las que
usaría en su taller; o que el lugar del palacio donde trabajaba
no esté retratado, sino que haya elegido una ambientación
más solemne. Velázquez se representó vestido de cortesano,
trabajando en un salón de palacio, acompañado por la familia
real del imperio español. No debe olvidarse en este punto que
pocos años antes había conseguido el puesto de Aposentador.
“La batalla por conseguir que la pintura fuese aceptada como
arte liberal” y “los pintores como artistas con derecho a
disfrutar de las ventajas de una elevada posición social”
había comenzado en la Italia del renacimiento, pero ni en
España ni en los Países Bajos estaba concluida . Velázquez
hacía su aporte a la lucha en uno de sus últimos cuadros,
listado entre los más aclamados de la historia del arte. Su
autorretrato en esta escena, “aunque con discreción, pone de
relieve el alto nivel que disfrutaba un pintor en una corte real,
expresándolo en términos que cualquier cortesano
entendería sin dificultad” .
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