History, Wonder Tales, Fairy Tales, Myths and Legends Principales Leyendas, Mitos y Cuentos Chilenos | Page 29
Persigue a hombres viriles e incluso a las bestias; quienes atrapa con la
extraordinaria fuerza de sus miembros delgados y enormes manos cuales garfios;
sus brazos tienen la capacidad de crecer y girar en todas direcciones para
ayudarla a tal fin. Sus victimas enloquece después de ser violadas y si ven su
rostro usa su aliento fétido para torcerlas y deformarlas, acto que no puede ser
revertido, sólo aliviado por algunos machis y calcu (brujos) poderosos.
Vaga en los bosques y entre los matorrales, en busca del fruto de las espinosas
chauras. Se dice que ella se baña en pequeñas cascadas, y después del baño se
sienta sobre el musgo, y permanece desnuda durante horas mientras se peina con
un peine de cristal o plata muy pulido que brilla con los rayos del sol; este hecho
la asemeja a las brujas europeas, de las que se dice que peinan los hermosos
cabellos de las jóvenes y los vuelven blancos.
En su búsqueda se apodera de los niños de las
familias para criarlos como suyos, y es capaz de
arrancar cabeza, manos y miembros a cualquier
persona, o con su aire provocar la mayor de las
epidemias.
También algunos dicen que de sus relaciones con su
padre nacerán más Traucos (varones) o Fioras
(hembras) para seguir sus pasos. También se le
culpa de raptar y desaparecer niños, a los que
transforma similares a sus hijos. Si se atrapa a uno
de estos Traucos, estos pueden ser colgados sobre
un fogón, transformado en palo, destila un aceite
mágico que sería un remedio excelente que frotado a las víctimas puede eliminar
los maleficios del Trauco y la propia Fiura.
También se dice que se podía seguir el rastro de Fiura por las cantidades de
comida que deja a su paso, su alimento preferido es la espinosas chauras. Su
fuerza y su destreza era tal, que los hombres temían combatir con ella en el
bosque, ya que decían que era como atacar a una sombra.
Las familias del sur de Chile temían a la Fiura, ya que ésta adoptaba posturas
imposibles y mostraba muecas a todo aquel que se encontraba con ella. Su rostro
era impenetrable, con ojos tan rasgados que apenas se le veían claramente, y su
enorme nariz tapaba su cara por completo. Se dice de ella que era coqueta a pesar
de que su fealdad era comparable a las peores pesadillas de los hombres. Solía
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