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EL ORDEN - 10 de Marzo de 1889
ECCE
¿Faltaba algo para que fuesen de todos conocidos los senderos por donde
conduce los asuntos nuestra Corporación municipal, y el término adonde
pueden llegar sus atrevimientos?
Pues ese algo se ha realizado de tan burda manera, que nadie puede ya alegar
ignorancia.
Omitamos esa baja de cincuenta duros diarios en los ingresos por concepto de
consumos, observada desde el mes de Diciembre; pasemos por alto la
carencia de datos en el adeudo de la sal; echemos en olvido las denuncias del
alcalde y de su primer teniente, aquel de EL ORDEN y otros periódicos de la
localidad, y este de tres concejales, denuncias tan desprovistas de razón, que
ni este Juzgado de instrucción respecto de aquella ni la Audiencia territorial de
Barcelona respecto de esta han encontrado motivo siquiera para dictar un auto
de procesamiento; no recordemos que aquí, pagándose mucho, no se hace
mejora alguna y se tienen los servicios poco menos que abandonados; ni
hagamos mención que hace mas de tres años, no paga este Ayuntamiento el
contingente provincial.
Fijemos hoy nuestras miradas en la cuestión del Mercado, cuestión resuelta ya
definitivamente en el seno de la Corporación municipal, y veremos a grandes
rasgos cosas muy curiosas.
ANTECEDENTES
La fracción fusionista hoy dominante hizo desde la oposición una guerra sin
cuartel al Mercado.
Termináronse las obras. El partido fusionista ocupaba el poder. Los fusionistas
de Tortosa se negaron a recibir una obra hecha sin sujeción alguna a los
planos aprobados y consultaron la dificultad con la Dirección de Administración
local.
A los pocos días el propio Ayuntamiento, sin aguardar la consulta, recibe
provisionalmente el Mercado, y la recepción les corría tanta prisa que, tomando
el acuerdo por doce concejales en sesión de primera convocatoria, y por
consiguiente nula, lo ejecutaron enseguida, faltando abiertamente a la ley.
Todo esto sucedía por el verano de 1887.
Pasa un año.
En el verano del año último 1888 se pone de nuevo la cuestión sobre el tapete,
y la Comisión nombrada para estudiar el asunto, dice que no puede dictaminar,
por que desaparecieron los planos, memorias y demás documentos referentes
al Mercado. Los papeles fueron robados y aunque no falta quien parece
saberlos de memoria, los ladrones no son habidos.
Se mueven resortes y la Dirección general de Administración local, resuelve en
Diciembre de 1888 la consulta que se le hizo en el verano de 1887; pero,
viendo todo lo que realmente hay en el fondo del asunto, se lava las manos, y
le dice al Ayuntamiento: amigo mío, arréglate como puedas para resolver el
asunto con arreglo a la ley y comunícame tu resolución. O lo que es lo mismo:
vete con mucho cuidadito, porque, como resbales, te divido.
Y el Ayuntamiento se ha resbalado tanto, pero tanto, que ya está levantada la
espada que ha de dividirle por mitad.
TRES SESIONES
Consultada la cuestión con tres letrados, dióse lectura del dictamen emitido en
la sesión de 11 de Febrero último.
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