Historia del Mercado de Tortosa LLIBRE+MERCAT+DE+TORTOSA+FINAL | Page 157

Y no bastando todavía a la voracidad del Banco los dos tercios de esta cantidad, añade la Base 6ª, que dice: «Los derechos que percibirá el Banco de los puestos de venta que se establezcan en el Mercado, son los que expresan el cálculo adjunto a la memoria descriptiva del proyecto sin que puedan aumentarse en mas, de un 50 por 100 sin obtener previamente la conformidad del Ayuntamiento». ¡Requetebién!... ¡Figúrense Vds. de lo que sería capaz el Banco si tuviese un Ayuntamiento a su gusto! Esto sería insoportable, dirán los presuntos paganos. Pues aguarden un poco, que, por si queda alguna migaja, ahí está la Base 7ª, que dice: «Los puestos de venta que el Banco declare de preferencia, no estarán sujetas a los arbitrios de tarifa, pudiéndolos adjudicar al mejor postor» Aprieta, aprieta, Banco del alma. Pero la cosa no tiene malicia, pues al fin y al cabo, solo podrían aumentarse hasta el infinito, los puestos de venta que el Banco declarase preferentes… la mitad mas uno. ¡De modo que en 30 años se quintuplicaría con exceso el capital! ¡Y en menos de seis se reintegraría del capital, quedándole después durante 25 una renta que no bajaría de 31.000 pesetas! Y si la riqueza pública, y por consiguiente el consumo se desarrollase durante los próximos 30 años, como se ha desarrollado en los 30 anteriores, entonces el producto del Mercado aumentaría en igual progresión… Pues ahí tiene el público al Banco de Tortosa, pintado por si mismo. Audacia y atrevimiento y más que atrevimiento y audacia… se han necesitado para presentar tan leoninas proposiciones. Si nuestra actitud ante la marcha de aquella sociedad no estuviese de sobras justificada, la justificaría plenamente su instancia pretendiendo que se le otorgue la explotación del Mercado. No basta la tarifa aprobada por el Ayuntamiento; es necesario aumentarla más y que a subasta se alquilen los puestos preferentes para que se saque del negocio hasta el último céntimo. El Banco, tiene sed, mucha sed de dinero. ¡Que le importan los lamentos de las revendedoras y de todos los pobres que viven de la venta en la vía pública, si de este modo conseguía repartir buenos dividendos? Con esto y con la banca, con los giros que van y los giros que vienen, ¿que mayor felicidad pueden encontrar los famosos directores? Valientes patriotas se hallan al frente de nuestro famoso Banco. Los Directores D. Cristóbal Nicolau y D. Fernando Pallarés y el Presidente vitalicio D. Manuel Porcar y Tió, merecen por su proyecto que se les levanten estatuas en el Mercado y que los víctimas de sus elucubraciones financieras, los vendedores todos, al pagar las elevadísimas tarifas que para enriquecerse han inventado, entonen diariamente un himno en honor de tan generosos personajes. El Banco de Tortosa ha arrojado la máscara. Tanto mejor. Sabiendo sus intentos, fácil le será al país librarse de sus voraces apetitos. (De “La Verdad”, 30 de Julio de 1882) ACUERDOS – 11 de Febrero de 1889 (31V a la 46V) Seguidamente se procedió a dar lectura al dictamen emitido por los Señores Letrados de este Colegio, D. Juan Balaguer, Don Antonio Kíes y Dos José Cañé, acerca de la forma, modo y condiciones en que ha de procederse a la recepción y liquidación definitiva del Mercado de esta ciudad, cuyo importante documento literalmente copiado dice así: «El Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad en la sesión que celebró el día 31 de Diciembre próximo pasado, acordó nombrar a los infrascritos abogados para que se sirvan informar a la - 157 -