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A los pocos días de subastado el Mercado, el Ayuntamiento conservador
autorizó al Arquitecto para hacer las modificaciones que creyera convenientes,
atemperándose al articulo 2º del pliego de condiciones de la subasta. Esta es
la verdad. ¿Se hizo esto? ¿Si? Pues entonces, se acabó la cuestión.
Atempérense la liquidación a lo que fija la citada base, y estamos en paz. ¿No
se hizo lo acordado en la mentada sesión? Entonces, la modificación o
cambio, o lo que sea, es completamente nulo y que cargue con los platos rotos
el qué sin autorización modificó el proyecto primitivo y el que lo aprobó sin
sujeción a aquel acuerdo.
Nosotros, y con nosotros todos los que nos han secundado en esta campaña,
no hemos combatido al Mercado per sé, no hemos combatido la obra bajo el
concepto de mejora, mas o menos útil, sino que hemos exigido primero que su
construcción fuese garantía de solidez y seguridad, y luego que su recepción
no sea pretexto, para exigir a nuestra ciudad una cantidad exorbitante
que, bajo ningún concepto, debe pagar.
Y sin cuidado nos tiene que el colega acepte o no las responsabilidades que
ciertos acuerdos entrañan, porque aquellas vendrán, mal que le pese al colega,
y las exigiremos a quien se deben exigir y en la forma y manera que deba
procederse., no solo acerca de aquel patriótico acuerdo, al que debe Tortosa
uno de los mejores Mercados de España (¡eche usted, compare!), sino que
también en los acuerdos futuros, esos acuerdos de la futura recepción definitiva
que cuenta el colega tan seguros y nosotros miramos tan turbios y lejanos,
acuerdos que, a pesar de nuestra debilidad, hemos impedido hasta la fecha y
que, a pesar de nuestra inutilidad, procuraremos impedir en el porvenir.
Y para que vean, por último, nuestros lectores la gracia jacarandosa de «La
Verdad«, ahí va su postrera sandez:
«Pues, ¿cuán débiles e inútiles sois, cuándo solos os vencemos tan
fácilmente?».
Vamos, no sea Vd. Tan valiente, señora; espere que tengamos la sartén por el
mango y venga Vd. entonces por buñuelos.
LOS DEBATES - 12 de Enero de 1889
En el desmonte tantas veces repetido del solar propiedad del Banco,
trabajaban anteayer el carro y cinco dependientes del Parque.
Váyase por cuando los obreros del Mercado, pagados por el Banco, trabajaban
en un histórico chalet, de funesta recordación para la familia de un conocido
carpintero y propiedad de un Concejal ex-amigo de D. Práxedes.
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Durante la mañana de ayer continuaban sacando tierra del solar del Banco el
carro del Parque y dos de los empleados del mismo. Lo que trasladamos al
"ratoncito" a los efectos consiguientes.
Indudablemente, parece que el Banco de Tortosa, ya ha iniciado las
obras del Edificio de la Sociedad, en la calle Buenavista. El aludido
"ratoncito" no es otro que el Sr. Bernardo Sacanella, (1) denunciando que
éste, como Concejal se vale de los empleados municipales en favor del
Banco.
Retrocedamos y veamos el suelto de LOS DEBATES de 4 de enero de
este año.
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