Historia del Mercado de Tortosa LLIBRE+MERCAT+DE+TORTOSA+FINAL | Page 121
señores Rogent y Torras, invitación que como no podía menos, fue aceptada,
concurriendo al banquete, al parecer improvisado, D. Ramón Cao, D. Ramón
Marqués, D. Jaime Ortega, D. José Mª Vaquer, D. Juan Abril y D. José Beltri,
excusándose D. Zacarías Albera por el delicado estado de salud de su señora
esposa.
La conversación giró en un principio sobre generalidades propias del lugar y de
amigos que no se han visto en muchos años, hasta que, al destapar el
champagne, el Sr. Rogent, con aquella claridad y precisión que le distinguen,
expuso el objeto que había motivado aquella reunión, que no era otro que
hablar del nuevo Mercado, y como de paso, tratar de suavizar asperezas, que
según manifestó, conocía existían entre los individuos de la clase allí reunidos.
(1) Describió a grandes rasgos la parte estética del edificio, ensalzándola
como una obra de arte (?) y señaló la parte estática de la cubierta de hierro,
debida a los estudios y conocimientos especiales que D. Juan Torras posee
sobre la materia, manifestando gran satisfacción por la solución práctica y
acertada que ha dado al difícil problema de cubrir grandes superficies,
suprimiendo el empleo de columnas y las armaduras a la Polonceau, por lo
cual felicitaba muy calurosamente a dicho señor.
El Sr. Torras, con la modestia y naturalidad que le distinguen, declinó todo el
honor en el Arquitecto proyectista D. Juan Abril, aminorando la importancia de
su trabajo. Se habló después de las caídas del edificio-mercado, que se
atribuyeron al viento huracanado, etc. etc., terminando la reunión de la manera
fraternal que había empezado, y acompañando los alumnos a sus profesores
hasta la estación, donde les esperaban otras personas que los despidieron a la
partida del tren.
Nos alegramos mucho del favorable concepto que al distinguido arquitecto
Director de la Escuela, le merece el edificio en cuestión, y nos felicitamos
mucho de que sea Tortosa la envidiada por todos los países del mundo, según
dicho señor afirmó, puesto que han de venir de remotas tierras a tomarlo por
modelo; pero, como en este asunto del Mercado de Abastos, nos hemos
propuesto no entrar de lleno hasta que lo creamos oportuno y del caso, nos
concretamos por hoy a ser meros espectadores y hacemos el papel de
sencillos narradores de un hecho, para que no pase desapercibido del público,
el menor detalle de todo cuanto se relaciona con este asunto, que es de interés
vital, vitalísimo para nuestra querida Tortosa.
Esto hecho tiene algún alcance, y su objeto e iniciativa, los atina el mas miope.
Y por hoy no decimos mas, de lo mucho a que se presta y hay que decir sobre
el particular, pero nos ocuparemos en su día, añadiendo a la cuenta este nuevo
sumando que no deja de tener valor.
(1) A tal efecto, ver el ACUERDO de 18 de Julio de 1887 próximo
¿Está claro?
Único periódico local que publica la noticia; y si menciona
exclusivamente como obra suya la parte de hierro de la cubierta, no es
menos cierto que construyó todo el edificio desde sus cimientos, como
ya se ha podido comprobar por todas las noticias hasta aquí recogidas,
más las que veremos mas adelante
De este modo vienen a confirmarse otros datos adquiridos de otras
fuentes foráneas.
Lo que manifiesta del “Arquitecto proyectista”, no es otra cosa que restar
importancia a su trabajo y que no necesitó copiar nada de su antiguo
alumno para dejar constancia de su capacidad.
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