Historia del Arte II NPE Historia del arte II | Page 27
PREPARATORIA
en los últimos años de su vida en los que pinta con una técnica
abocetada, casi impresionista, en la que incluso el color pierde
importancia en beneficio de la luz (a partir de 1540). Prefiere, como
Giorgione, los temas mitológicos, utiliza la ―Paleta veneciana‖ y concede
especial importancia al paisaje.
El Amor sagrado y el Amor profano (Roma. Galería Borghese, ca. 1515).
Es una obra de su primera etapa en la que el dibujo es todavía muy
importante y la pincelada pequeña y minuciosa. El tema tiene un sentido
profundo de tipo neoplatónico, dos mujeres (en realidad es la misma,
vestida y desnuda), aparecen recostadas sobre un sarcófago clásico en
el que juega con el agua un Cupido o Amorcillo.
Ambas simbolizan las dos caras del Amor. El Amor celestial, platónico,
lo representa la mujer desnuda (la desnudez es sinónimo de pureza), en
tanto que el Amor terrenal aparece representado por la mujer vestida,
engalanada con ricas vestiduras (el atusamiento es signo de coquetería).
El tema de las dos Venus no es nuevo (las dos figuras femeninas del
Nacimiento de Venus de Botticelli han sido interpretadas como una
alusión al Amor sagrado y al profano) y gozará de gran éxito posterior
llegando hasta el período neoclásico (Majas de Goya).
En el cuadro aparecen claramente la mayoría de las características de
la ―escuela veneciana‖: la contraposición de colores fríos (sarcófago,
vestido, cielo) y cálidos (manga de la mujer vestida, manto de la
desnuda...), la importancia del paisaje y el gusto por los temas
mitológicos con contenido simbólico.
La Bacanal, Museo del Prado, (1518-19), óleo.
Pintada, junto con la
Ofrenda a la Diosa de los Amores, para el gabinete de Alfonso de Este
en Ferrara, representa un fiesta pagana, un canto a la diversión y al
alegre desenfreno de los ritos báquicos o dionisíacos en los que la
sexualidad, la música y la exaltación del vino se unen en el marco de la
acogedora madre naturaleza. Un canto al paganismo y a la alegría de
vivir, al disfrute de los sentidos, típicamente renacentista y totalmente
26