Historia del Arte II NPE Historia del arte II | Page 101

PREPARATORIA bajo su protección y facilitando su introducción en el núcleo parisino del surrealismo. Gala habría de ser para Dalí su gran amor, pero también una eficaz secretaria y asesora, tanto en los grandes dilemas intelectuales y morales del momento, como en las minucias prácticas de la vida. Tras un breve idilio, Gala regresó a París dejando solo a Dalí, hasta que éste se reunió con ella en el otoño de aquel mismo año. Durante este intervalo de tiempo pintó El Gran Masturbador. Dalí se representó a sí mismo, como un ser blando, casi amebiforme, con los ojos cerrados y una prominente nariz reposando sobre el suelo. Un anzuelo con el sedal roto engancha su cuero cabelludo. ¿Alude a la captura abandonada momentáneamente por su "pescadora"? Los paseos por la playa de ambos amantes son recordados mediante los cantos rodados y conchas marinas que se encuentran sobre la cabeza del artista. Hay otros símbolos de fácil desciframiento en la iconografía daliniana, como el león (las pasiones), o el saltamontes con hormigas en el vientre que alude a la detumescencia implícita en la temática de la obra. Más obvio es el significado de ese rostro femenino, muy art nouveau, acercándose a un ente masculino fragmentario que emerge en la parte superior derecha del cuadro. Aquí está ya plenamente desarrollada la poética daliniana de lo duro del entorno (arquitecturas o paisaje natural) frente a lo blando y delicuescente de las figuras, cuyo proceso de transformación (y confusión) conecta con las premisas del "método paranoico-crítico" sobre el cual teorizará Dalí muy poco después Presagio (1936. de Museo la guerra civil de Arte de Filadelfia). Aunque ya había realizado cuadros extraños y horripilantes, con gigantescas figuras desmembradas (El gran masturbador, 1929) o la terrible 10