Historia de Motril | Page 51

Ese abastecimiento de aguas de la Sierra hace que sea un río de régimen pluvio-nival, de forma que registra los máximos caudales justamente en los meses de deshielo: mayo y junio. Un segundo máximo viene a coincidir con las lluvias otoñales. El máximo principal de primavera es seguido por el estiaje estival, propio de los ríos del ámbito mediterráneo, llegando a desaparecer la corriente superficial aunque se mantenga la corriente subálvea que aporta agua a los acuíferos 33.
Su caudal medio es de 27,8 m 3 / s, aunque con grandes variaciones no sólo a lo largo del año, sino interanuales 34. Es un río de curso muy variable con años de grandes caudales y años más secos; además, es de tipo torrencial con frecuentes avenidas en época de lluvias, de forma que han sido frecuentes las inundaciones de las vegas hasta que se efectuó el encauzamiento de su desembocadura.
El recorrido del río entre Salobreña y Motril pertenece a su tramo final, por lo que apenas tiene pendiente: es totalmente llano su curso, aunque tiene pendientes del 45 % y desniveles de más de 2.500 metros en su curso anterior. En esta zona se produce la decantación de los arrastres del río, formando el delta por acumulación de sedimentos: la vega de Motril y Salobreña.
Los materiales depositados han variado según el propio régimen fluvial. A períodos de curso estable y no acelerado, corresponde sedimentación de arenas arcillosas, con ausencia de gravas y areniscas. Por contra, los períodos torrenciales con fuertes avenidas tienen un fuerte impacto erosivo, y los materiales arrastrados son de mayor tamaño: filitas, cuarzo y calizas. Esta diferenciación es la responsable de la diversidad de materiales que aparecen en la vega.
La capacidad de arrastre de sedimentos del río ha sido incluso utilizada por los propios agricultores en beneficio propio. Antes de que se canalizase el curso hubo propietarios que llegaron a desviar parte del caudal del río para que sus aguas turbias atravesaran sus tierras y fueran cubriéndolas de finos sedimentos. Esto ocurría con aquellas parcelas formadas por arenas gruesas y cuajadas de pequeñas rocas, pedregales no apropiados para su cultivo. El curso normal del agua del río va cargado de limos arcillosos de buena calidad para la agricultura que al atravesar sus tierras se iban depositando en su superficie. Ya de por sí, el río, al no tener un curso estable, sino que iba moviéndose, colmataba distintas tierras. Con estas actuaciones se conjugaba la acción modeladora del paisaje del río con los intereses particulares de cada agricultor 35.
Boceto de la distribución del relieve y localización de la pantaneta en el Tajo de los Vados que tantas veces se propuso en el siglo XIX.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 51 05 / 01 / 2011, 10:22