Historia de Motril | Page 49

Además del Guadalfeo el único curso de agua de la zona, aunque fuera del término, que recibe la denominación de río es el de la Toba, último afluente constante, aunque en algunos mapas aparece como un curso de agua intermitente 27. Pero no podemos centrar el análisis hidrográfico en exclusiva en el río Guadalfeo, puesto que a pesar de ser el único curso constante de la zona, es tan sólo uno más de una gran cantidad de cursos de agua, aunque el resto sean intermitentes, además de la existencia de dos acuíferos, gigantescos depósitos de aguas subterráneas: el de Motril-Salobreña y el de Carchuna.
En la cartografía topográfica a gran escala de la zona, 1 / 25.000, se aprecia fácilmente el cauce del río Guadalfeo entre los términos de Salobreña y Motril, pero en la misma cartografía se aprecia la existencia de una gran cantidad de cursos que forman una tupida red de drenaje. La mayor parte de estos cauces, que normalmente no portan agua, salvo cuando se producen lluvias torrenciales, vierten directamente al mar, aunque la rambla Cañizares o la de Molvízar son afluentes del Guadalfeo 28.
La disposición del relieve es la responsable del tipo de red hidrográfica aquí existente. Tanto el cauce del Guadalfeo como los del conjunto de ramblas están determinados por la orografía del terreno, funcionando como una compleja red de escorrentía de las precipitaciones que caen en la vertiente sur de las serranías del perímetro montañoso de Motril. La localización de las cumbres en los bordes de los llanos en contacto con el mar y la inclinación del terreno de norte a sur hace que todas las aguas vertidas por las precipitaciones fluyan hacia el mar.
Este relieve, con la existencia del eje de elevaciones transversal que culmina en el cabo Sacratif y que separa las planicies de Salobreña- Motril y los llanos de Carchuna, determina que podamos hablar de dos microcuencas hidrográficas: una Motril-Salobreña y otra Carchuna-Calahonda.
En el caso del delta del Guadalfeo, al este de la desembocadura del río desaguan al mar: la rambla de las Brujas, la rambla de los Álamos( también llamada del piojo), la rambla de Puntalón y la rambla de Villanueva. Mientras que en los llanos de Carchuna desaguan la rambla de Rejón y el barranco de Vizcarra( límite del término de Motril con el de Gualchos-Castell de Ferro) 29.
En el siglo XIX el Diccionario de Pascual Madoz habla de « cuatro ramblas de consideración que sólo llevan agua en tiempos de lluvias y atraviesan la vega de Motril para llegar al mar ». Estas cuatro ramblas son la de Puntalón, la de la Nacla o de los Álamos, la de Capuchinos y la de las Brujas. La localización del núcleo de Motril en el piedemonte de la sierra a su espalda hace que las ramblas hayan formado parte del entramado urbano, a la vez que funcionaron como barrera que limitó el crecimiento de la ciudad. En las últimas décadas las ramblas han sido encauzadas y cubiertas, son muchas de las que sólo se sabe de su existencia por el nombre de la vía 30. Además, la obra de Madoz recoge lo que llama arroyos, en esta zona el de Puntalón, el de Escalate y el de Ítrabo; los mismos que nosotros recogemos como ramblas, aunque el de Ítrabo en la actualidad recibe el nombre de Molvízar.
De arriba abajo:
El cauce del Guadalfeo antes de cruzar la « puerta » del Tajo de los Vados, con los cultivos invadiendo las tierras que dejan libres los meandros del río.
A partir de la cartografía 1 / 25.000 del IGN se han señalado el conjunto de cursos de agua de los términos de Salobreña y Motril.
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INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 49 05 / 01 / 2011, 10:22