mentos urbanos. Así, la calle de la Carrera pone en comunicación el núcleo central por el sur con el barrio de San Antón o Capuchinos. La calle de las Cañas une el este con el oeste; la calle Catalanes y de la Muralla unen el norte con el sur a extramuros, y la calle Nueva el norte con el sureste.
Por otro lado, hay que señalar que esta centuria es la época del máximo esplendor de la caña y de la producción azucarera en la Edad Moderna; se da en estos años un crecimiento de los plantíos cañeros y de los ingenios azucareros.
Efectivamente, parece que desde los primeros años del siglo XVII la caña y el azúcar motrileños estaban en pleno auge. Se habían superado las trabas impuestas por el policultivo típico del modelo agrario musulmán y estaban apareciendo un cultivo y una producción manufacturera de corte capitalista orientada claramente al mercado, mientras que los tradicionales cultivos como los morales, morenas, cereales, viñas, etcétera, estaban cediendo su lugar en las tierras de la vega a la pujante caña de azúcar.
La vega cañera se amplió considerablemente, pasándose de los 15.000 marjales estimados para mediados del siglo XVI 22 a los 22.886 marjales de 1630 23, con lo que se ve claramente que en algo más de cien años la superficie cultivada en el regadío aumentó unos 8.000 marjales, ampliación que se debió conseguir colmatando tierras inundadas en el interior de la vega y poniendo en cultivo tierras incultas, especialmente en aquellas zonas consideradas óptimas para el cultivo cañero; proceso que se inició nítidamente a partir de los últimos años del siglo XVI y en gran parte realizado por los compradores de tierras de los moriscos expulsados, muchos de ellos comerciantes granadinos y genoveses 24.
Respecto a los regadíos, la acequia Principal seguía siendo la suministradora de agua a toda la vega 25; su trazado se hubo de modificar en
1686 por haberse variado el cauce del río 26. Las otras dos acequias, derivaciones de la anterior, eran las denominadas acequia Chica y la acequia Vieja o del Deire. El agua de la primera se tomaba de la Principal en las cercanías de Pataura y recorría el pago de Minasierra hasta las inmediaciones de la Huerta de San Francisco, donde volvía a unirse con la Principal. Posiblemente un ramal de esta acequia llegaba hasta las inmediaciones del convento de las Nazarenas o ermita del Carmen, a partir de donde iniciaba un recorrido embovedado a través del núcleo urbano, desembocando otra vez en la acequia Principal en las proximidades del puente de la Virgen de la Cabeza 27. En cuanto a la acequia Vieja, tomaba sus aguas de la Principal en el pago de Monfoto y regaba los pagos de levante, del sureste y parte de la vega de Paterna que quedaba fuera de la zona de vega regable por la acequia Principal.
En este tema de los regadíos, conviene hacer mención al proyecto presentado en 1647 al Consejo de Hacienda por Pedro Jurado, vecino de Córdoba, y otros señores que formaban compañía, según el cual pretendían poner en regadío los secanos de la zona norte y este de Motril construyendo dos nuevas acequias en cotas más elevadas que la Principal, para, tomando el agua del azud del río, llevarla a los secanos, poniendo en regadío nuevas tierras para dedicarlas al cultivo cañero. También tenían intención de llevar el agua a los estériles llanos de Carchuna mediante la prolongación de la acequia Principal hasta Torrenueva, y de atravesar los montes mediante una mina de más de mil varas de longitud. Pedían a cambio la propiedad del aprovechamiento de las aguas que se sacasen del río por las nuevas acequias, imposición de censos perpetuos a los labradores propietarios de las tierras que se pusiesen en regadío, concesión de las tierras baldías realengas que pudiesen ser regadas y libertad de impuestos por treinta años. Este importante proyecto al final no se llevaría a cabo debido a los elevadísimos costos, a la oposición del Consejo de Hacienda, que no vio la rentabilidad de los impuestos que recibiría la Corona, y a la rotunda negativa de la Diputación de Aguas de Motril, que creía que todo lo referente a los riegos tenía que contar con su aprobación y beneficio 28.
Paralelamente al crecimiento del cultivo cañero y a las abundantísimas cosechas se produce la transformación de las antiguas aduanas e ingenios moriscos y la construcción de algunas manufacturas nuevas. En los primeros años de la centuria tenemos datos de que estaban efectuando molienda de cañas y producción de azúcar seis fábricas: el ingenio de Hernado Hurtado, el de Adriano Lergo, el de Vicencio Gruço, el ingenio del Toledano de Pablo de Franquis, el ingenio Viejo de Alonso de Contreras y el ingenio de la Palma de Alejandro
136
INTERIOR HISTORIA DE MOTRIL. pmd 136 05 / 01 / 2011, 10:23