PREPARATORIA
materiales hasta su transporte y colocación, y que se requiriese
igualmente un gran es fuerzo en el plano organizativo. Algunos
arqueólogos han pensado que un programa de tales características sólo
era posible si existía una especie de empresa especializada dependiente
del estado, con células técnico-administrativas muy cualificadas,
capaces de organizar y dirigir masas de obreros no especializados.
Hay que tener en cuenta
que no sólo los problemas
técnicos
parecen
actualidad
en
la
enormemente
complejos, sino también los
meramente logísticos, como
sostener y dar cobijo a tal
cantidad
además
material
de
de
y
obreros,
procurar
los
el
útiles
necesarios para la construcción. Una obra de semejante envergadura y
tiempo de ejecución exigía formas de trabajo seguras, sin apenas
titubeos, y para ello quizá resultaban insuficientes los planos y dibujos;
W. Kozinski ha llegado a la conclusión de que los arquitectos de la
pirámide de Keops no trabajaban exclusivamente con tales planos, sino
con maquetas o modelos realizados a escala 1:10, es decir, con
verdaderas pirámides (tres en total, cerca de la cara sur de la de Keops)
que servirían de banco de pruebas para las soluciones definitivas.
Pero la construcción de una pirámide tal vez no supone problemas o
cuestiones
meramente
técnicos.
Arqueólogos
y
arquitectos,
astrónomos y astrólogos, matemáticos y toda clase de místicos y
visionarios han intentado encontrar el significado de esas moles de
piedra que se alzan desafiando la horizontalidad del desierto. Algunas
no tienen fundamento alguno y no son más que fruto de la fantasía o
del interés por encontrar justificación empírica a peregrinas teorías.
Otras, sin embargo, parecen basarse en datos.
23