laminación
esfuerzo y ( ) la velocidad de deformación. Esta observación
se confirma en la Figura 4, en la que se grafican los valores de
esfuerzo a deformaciones de 0.025, 0.05, 0.1, 0.2 y 0.4 en
función de la velocidad de deformación instantánea (calculada
en base de la elongación a la deformación registrada). En dicha
gráfica se aprecia como el material exhibe dicha negativa sensibilidad en prácticamente todo el intervalo de deformación.
En la Figura 6 se grafica la variación de la dureza del material
laminado y recocido en una atmósfera protectora de argón para
evitar su oxidación. En la gráfica se aprecia el endurecimiento
resultante de la deformación en frío, que resulta ser independiente de la dirección de laminación; el recocido resulta en una
dureza de alrededor de 220 HV independientemente de la dirección de laminación o de la acumulación de deformación.
En la Figura 5 se presentan micrografías correspondientes al material laminado en caliente y reducido en frío a un 25 y 40%.
Las muestras se prepararon siguiendo procedimientos estándares de desbaste y pulido y se atacaron con el reactivo de tinte
descrito en la sección anterior. El reducido tamaño de grano del
material dificulta su análisis metalográfico, por lo que no es posible extraer mucha información por estos medios.
Fig. 6. Variación de la dureza del material deformado y recocido en
función del grado de reducción. La dureza del material original se
grafica a reducción cero.
Fig. 4. Valores del esfuerzo a diversos niveles de deformación graficados en función de la velocidad de deformación.
Fig. 5. Micrografías del material en condición de laminado en caliente (a y b) y reducido en frío al 25 (c y d) y 40% (e y f). Secciones
longitudinales (a, c y e) y transversales (b, d y f) a la dirección de
laminación.
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