HENRY & JUNE - ANAïS NIN | Page 20

June es una cuentista. Nunca deja de contar cosas intrascendentes de su vida. Al principio traté de buscarles un nexo de unión, pero acabé rindiéndome al caos. No sabía entonces que, como las historias de Albertine para Proust, cada una era una clave secreta de algún suceso de su vida imposible de esclarecer. Muchas de esas historias aparecen en la novela de Henry. No teme repetirse. Está drogada con sus propios romances. Yo me inclino humildemente ante esta fantástica criatura y abandono mi proceso mental. Anoche el llanto febril de un niño no me dejó dormir en el hotel y mis pensamientos parecían una máquina de máxima potencia. Acabé agotada. Por la mañana una horrible femme de chambre (doncella) ha entrado a correr las cortinas. Un hombre con una mata de pelo rojizo alrededor del rostro barría las alfombras del -vestíbulo. Llamé a Hugo para suplicarle que viniera antes de lo que había prometido. Por carta estaba tierno y triste, pero por teléfono se mostró razonable. –Iré de inmediato si estás enferma. –Déjalo –dije yo–. Me marcharé el jueves. No lo aguanto más. Un cuarto de hora después me llamó –se había dado cuenta de lo angustiada que estaba– para decirme que llegaría el viernes en lugar del sábado por la mañana. Yo sentía una- repentina, desesperada y aterradora necesidad de Hugo. Hubiera hecho cualquier cosa. Estaba sentada en la cama, temblando. «Estoy enferma –pensé–. Mi mente no ejerce plenamente el control.» Hice un tremendo esfuerzo por escribirle a Hugo una carta serena y clara con el fin de tranquilizarlo. Había hecho el mismo esfuerzo para serenarme al venir aquí a Suiza. Hugo lo comprendió. Me había escrito «... lo bien que sé con qué ardiente intensidad vives. Tú has experimentado ya muchas vidas y has compartido varias conmigo, vidas plenas y ricas, del nacimiento a la muerte, y es natural que tengas períodos de descanso entre una y otra. «¿Te das cuenta de que eres una fuerza vital, para no hablar de ti sino en abstracto? Tengo la impresión de que soy una máquina que ha perdido el motor. Tú representas todo lo que es vital, vivo, se mueve, sube, vuela, planea...» June pone firmes objeciones al franco sensualismo de Henry. El suyo es mucho más intrincado. Además, él representa el bien para ella. Se aferra desesperadamente a eso. Tiene miedo de que se eche a perder su talento. Todos los instintos de Henry son buenos, no en el nauseabundo sentido cristiano sino en el simple sentido humanó. Ni siquiera la ferocidad de sus escritos es monstruosa ni intelectual sino humana. Pero June no es humana. Sólo tiene dos fuertes sentimientos humanos: su amor por Henry y su tremenda y abnegada generosidad. El resto es fantástico, perverso, despiadado. Lleva a cabo unos cálculos demoníacos para que Henry y yo contemplemos con temor reverente su monstruosidad, que nos enriquece más que la compasión de otros, el comedido amor de otros, la abnegación de otros. Yo no pienso hacerla pedazos como ha hecho Henry. La amaré. La enriqueceré. La inmortalizaré. Henry me manda una carta desesperada desde Dijon. Dostoievski en Siberia, sólo que Siberia era mucho más interesante, por lo que dice Henry. Le mando un telegrama: «Dimite y vuelve a Versailles.» Le mando dinero. Pienso en él la mayor parte del día. Pero no permitiría que Henry me tocara. Trato de descubrir la razón exacta y sólo la encuentro en su propio lenguaje. «No quiero que sólo se me meen encima.» ¿Haces esas cosas, June? ¿O es que Henry caricaturiza tus deseos? ¿Te hallas medio hundida en deseos tan complejos, oscuros y tremendos que los burdeles de Henry parecen casi risibles? Él cuenta con que yo entenderé, porque yo, como él, soy escritora. He de saber. Debe estar claro para mí. Para su sorpresa, le digo exactament e lo que tú dices: «No es lo mismo.» Hay un mundo eternamente cerrado para él, el mundo que contiene nuestras conversaciones abstractas, nuestros besos, nuestros éxtasis. Advierte con intranquilidad que “hay cierto aspecto de ti que no ha captado, todo cuando no está en su novela. Te le escurres entre los dedos”. 20