Casi nunca me la quito , ni para ir a la cama . Ni cuando salí con aquel chico que me sedujo hace un par de años con su acento extranjero . Se la mostré con cierto orgullo . « No soy celoso .» Ciertamente yo tampoco , eso no lo dije , no hizo falta . Luego de unos cuantos tragos acabamos juntos en un hotel . Si nunca me quito el anillo para nada . ¿ Porquémeloquité ? Serétonta . ¡¿ Porquémeloquité ?!
Comienzo a sentir pavor . Me agacho y desenrosco la parte superior de la tubería que va directa al sumidero . Sale fácil , manoseo como puedo el interior del tubo y solo encuentro más pelos babosos . Las palabras del párroco que nos casó están frescas en mi mente . El anillo es una figura perfecta sin principio ni final , el amor verdadero , infinito , intachable . Miro a mi alrededor a ver si encuentro un lápiz , un palo , cualquier cosa para hurgar más profundo en el tubo . Desarmo una percha . Hago una especie de anzuelo con el alambre y lo único que saco del caño es una masa oscura . El corazón se me acelera . ¡ Diosmío ! ¡ Amínooo ! No se pudo haber ido por la tubería .
Ahora lo recuerdo . Otra vez que me quité el anillo estaba en casa . No sabía dónde lo había dejado , pero estaba segura de que lo encontraría . Busqué por todos los rincones . Fue un día inútil sin dar con él . Debía encontrarlo . Mi abuela inquieta en su tumba . Mis padres con gestos de reproche . Una promesa de unión descuidada . Veinticuatro horas sin dormir . Hasta que a la mañana siguiente fui a hacer la colada y allí , en la lavadora , sin más , estaba como una luz centelleante . Nadie , ni mi marido , lo supo . Pero ahora creo que lo he perdido para siempre .
Me debato entre la cordura y el terror de quedarme sin mi alianza . No sé si decirle al hostelero que se encargue de rescatarla o actuar más rápido y desarmar yo misma el lavabo . El tiempo de espera a que alguien venga a desmontarlo es decisivo . Además , me cobrarán el trabajo del fontanero . Comienzo a
120