Healthy Buddy jul 2013 | Page 14

El desarrollo de las aterosclerosis es un proceso complejo y largo que se inicia a temprana edad, y que empeora cuando envejecemos. Puede afectar a cualquiera de las arterias del cuerpo( corazón( aorta y coronarias), cerebro( carótidas), piernas( femorales) y riñones( renales), pudiendo provocar diferentes enfermedades.
Cuando hay demasiado colesterol circulando por el torrente sanguíneo es más fácil que se acumule en las arterias. Este exceso de grasa que se encuentran en la sangre puede provocar una reacción inflamatoria en las paredes de las arterias, haciendo que se engrosen y se endurezcan. Este efecto hará con el tiempo que las arterias se estrechen, reduciendo el flujo sanguíneo y aumentando además la probabilidad de que se formen coágulos de sangre en las arterias.
En este sentido, es fundamental seguir unos hábitos de vida saludables. Es decir, evitar consumir un exceso de grasas saturadas, aumentar el consumo de frutas y verduras y la práctica regular de actividad física. Es especialmente importante realizar ejercicio de tipo aeróbico como montar en bicicleta, nadar, correr o andar a paso rápido. Además, es de gran importancia reducir el consumo de alcohol y suprimir el consumo de tabaco, ya que este es otro de los factores de riesgo para el desarrollo de arteriosclerosis.
La mejor manera de luchar contra la arteriosclerosis es la prevención. Para ello, es necesario adoptar unos hábitos de vida saludables y llevar un control exhaustivo de los factores de riesgo y enfermedades que favorecen su desarrollo, es decir, la hipercolesterolemia( aumento de los niveles de“ colesterol malo” en sangre), la hipertensión, la hipertrigliceridemia y la diabetes.