Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 81
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que jamás celebró dicha fecha y no concedía un carácter revolucionario a la expe-
riencia cubana.
El general Noel tuvo serias disputas con los medios de comunicación, en espe-
cial después de los sucesos de Uchuraccay, a los que reprochaba el que hicieran
críticas a las Fuerzas Armadas y, de ese modo —según su interpretación—, alen-
taran a la subversión.
El sucesor de Noel, el general EP Adrián Huamán Centeno, fue destituido en
agosto de 1984, el año en que se registró el mayor número de víctimas del período
1980-2000. Su destitución, sin embargo, no obedeció a este último dato, sino a las
críticas del general Huamán al gobierno por lo que él consideraba falta de apoyo a
la lucha contrasubversiva. El general Huamán, quechuablante y de origen comu-
nero campesino, llegó a la jefatura del comando político-militar con un enfoque
que enfatizaba la promoción social de la población campesina como medio para
dejar sin espacio a la subversión. Sus críticas a las autoridades civiles por no aten-
der esas demandas fueron respaldadas por la oposición política. Un alto funcionario
del gobierno, el ex ministro Luis Pércovich Roca, comentó a la CVR lo siguiente
sobre aquella destitución «quiere rebasar a la autoridad civil [...l. Quiere manejar él
solo las cosas de acuerdo con su criterio. No obedece, o da la impresión de que
quiere decir lo que el gobierno estaba señalando y lo que el gobierno civil estaba
haciendo. Incluso llega en un momento a hacer apreciaciones orientadas a
desprestigiar al gobierno civil».
En esta fase de militarización se produjeron casos de violaciones masivas de
los derechos humanos atribuidos a las fuerzas del orden como los de Sacos (sinchis
de la ex GC, noviembre 1983), Pucayacu (infantes de Marina, agosto de 1984),
Putis (infantería del Ejército, diciembre de 1984) y Accomarca (infantería del Ejér-
cito, agosto de 1985). Por el lado del PCP-SL, las principales violaciones de este
tipo fueron las de Lucanamarca y Huancasancos (abril de 1983).
Finalmente, el movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) inició sus
acciones armadas formalmente en 1984 presentándose como parte de la izquierda
peruana y haciendo explícitas sus diferencias con el PCP-SL (uso de uniformes,
campamentos guerrilleros, reivindicación de acciones, etcétera). Esta organiza-
ción, constituida en 1982 a partir de la unión de dos pequeñas agrupaciones de
izquierda, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria - El Militante (MIR-EM) y
el Partido Socialista Revolucionario - Marxista Leninista (PSR-ML), había optado
dos años después por prepararse para la lucha armada.
Al ser elegido presidente Alan García Pérez, cambió el discurso oficial sobre la
guerra interna. Se criticaba por primera vez desde el gobierno las violaciones de
los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas y se creó, además, una
Comisión de Paz. Se intentó cambiar el esquema únicamente militar para enfren-
tar la subversión. El punto más difícil en este terreno fue la destitución del jefe de
la segunda región militar general de división Sinesio Jarama y del jefe del coman-
do político-militar de Ayacucho Wilfredo Mori a raíz del caso de Accomarca. A
pesar de las críticas a la situación imperante, García no derogó el decreto legisla-
tivo 24150, promulgado por Belaunde en junio de 1985, el cual regulaba (y aumen-