Hatun Hillakuy 2008-Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe | Page 70

[en la Dirección Nacional contra el Terrorismo-DINCOTE] policías me dijeron que mis antecedentes eran ideales para ser miembro de Sendero Luminoso: era hijo de padres ayacuchanos, hablaba más o menos quechua, estudiaba en la UNMSM y vivía en el Callao [...]. Finalmente, en Canto Grande, cuando fui asignado al pabe- llón de los senderistas, esta vez ellos eran los que me decían «tú eres hijo de ayacuchanos, hablas un poco de quechua, estudias en la San Marcos y vives en el Callao, cumples el prototipo, ¿por qué no te unes a nosotros?». 27 En el gráfico 15, se observa la diferenciación de perfiles de las víctimas de los principales actores del conflicto. Como es visible, la proporción de personas me- nores de 30 años es mayor entre las víctimas provocadas por los agentes del Esta- do, mientras que edades por encima de los 40 años son más frecuentes entre aque- llas personas asesinadas o desaparecidas por el PCP-SL. 27 CVR. Testimonio 100191. 57 y terrateniente en el campo peruano. El «pensamiento Gonzalo» hizo una inter- pretación tergiversada de la nueva realidad de relaciones sociales en el campo para hacerla encajar en sus categorías ideológicas y, de ese modo, crear artificialmente blancos para la acción armada de sus militantes. El trabajo político de acumulación de fuerzas desarrollado por el PCP-SL lo llevó a reclutar a sus militantes y simpatizantes entre la juventud de origen cam- pesino, principalmente en Ayacucho. Muchos de estos jóvenes se habían benefi- ciado entre los años 1960 y 1980 de un proceso de expansión de la educación se- cundaria y superior que aumentó sus expectativas de ascenso social. Sin embargo, las escasas oportunidades de desarrollo económico en sus localidades de origen hicieron que muchas de estas expectativas se vieran frustradas, por lo que un sec- tor importante de la juventud rural ayacuchana fue atraído por el proyecto de cambio social y político radical del PCP-SL, que reservaba además un papel protagónico a los jóvenes en el nuevo orden social que se buscaba implantar. Por el contrario, aquellas comunidades en las que el PCP-SL no podía captar la adhe- sión voluntaria de los jóvenes, los obligaba a participar de sus acciones mediante el reclutamiento forzado. Al definir el escenario del conflicto en sus propios términos, el PCP-SL confi- guró los perfiles de las víctimas, tanto de su acción armada como de aquella desen- cadenada por la represión de las fuerzas del orden. En la medida en que el conflicto armado interno tuvo un carácter no convencional y que los militantes del PCP-SL se mimetizaban con la población local, las fuerzas del orden seleccionaban a sus víctimas de acuerdo con las características generales de quienes podían ser más propensos a integrarse al grupo subversivo, tal y como narra un joven universitario detenido por terrorismo en 1991 y posteriormente absuelto: