HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 48

Hagrid, poniendo la mano en el hombro de Harry y obligándole a doblar las rodillas. —Buen Dios —dijo el cantinero, mirando atentamente a Harry—. ¿Es éste... puede ser...? El Caldero Chorreante había quedado súbitamente inmóvil y en silencio. —Válgame Dios —susurró el cantinero—. Harry Potter... todo un honor. Salió rápidamente del mostrador, corrió hacia Harry y le estrechó la mano, con los ojos llenos de lágrimas. —Bienvenido, Harry, bienvenido. Harry no sabía qué decir. Todos lo miraban. La anciana de la pipa seguía chupando, sin darse cuenta de que se le había apagado. Hagrid estaba radiante. Entonces se produjo un gran movimiento de sillas y, al minuto siguiente, Harry se encontró estrechando la mano de todos los del Caldero Chorreante. —Doris Crockford, Harry. No puedo creer que por fin te haya conocido. —Estoy orgullosa, Harry, muy orgullosa. —Siempre quise estrechar tu mano... estoy muy complacido. —Encantado, Harry, no puedo decirte cuánto. Mi nombre es Diggle, Dedalus Diggle. —¡Yo lo he visto antes! —dijo Harry, mientras Dedalus Diggle dejaba caer su sombrero a causa de la emoción—. Usted me saludó una vez en una tienda. —¡Me recuerda! —gritó Dedalus Diggle, mirando a todos—. ¿Habéis oído eso? ¡Se acuerda de mí! Harry estrechó manos una y otra vez. Doris Crockford volvió a repetir el saludo. Un joven pálido se adelantó, muy nervioso. Tenía un tic en el ojo. —¡Profesor Quirrell! —dijo Hagrid—. Harry, el profesor Quirrell te dará clases en Hogwarts. —P-P-Potter —tartamudeó el profesor Quirrell, apretando la mano de Harry—. N-no pue-e-do decirte l-lo contento que-e estoy de co-conocerte. —¿Qué clase de magia enseña usted, profesor Quirrell? —D-Defensa Contra las Artes O-Oscuras —murmuró el profesor Quirrell, como si no quisiera pensar en ello—. N-no es al-algo que t-tú n-necesites, ¿verdad, P-Potter? —Soltó una risa nerviosa—. Estás reuniendo el e-equipo, 48