HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 201
matarte esta noche.
Quirrell chasqueó los dedos. Unas sogas cayeron del aire y se enroscaron
en el cuerpo de Harry, sujetándolo con fuerza.
—Eres demasiado molesto para vivir, Potter. Deslizándote por el colegio,
como en Halloween, porque me descubriste cuando iba a ver qué era lo que
vigilaba la Piedra.
—¿Usted fue el que dejó entrar al trol?
—Claro. Yo tengo un don especial con esos monstruos. ¿No viste lo que le
hice al que estaba en la otra habitación? Desgraciadamente, cuando todos
andaban corriendo por ahí para buscarte, Snape, que ya sospechaba de mí,
fue directamente al tercer piso para ganarme de mano, y no sólo hizo que mi
monstruo no pudiera matarte, sino que ese perro de tres cabezas no mordió la
pierna de Snape de la manera en que debería haberlo hecho...
Hizo una pausa:
—Ahora, espera tranquilo, Potter. Necesito examinar este interesante
espejo.
De pronto, Harry vio lo que estaba detrás de Quirrell. Era el espejo de
Oesed.
—Este espejo es la llave para poder encontrar la Piedra —murmuró
Quirrell, dando golpecitos alrededor del marco—. Era de esperar que
Dumbledore hiciera algo así... pero él está en Londres... Cuando pueda volver,
yo ya estaré muy lejos.
Lo único que se le ocurrió a Harry fue tratar de que Quirrell siguiera
hablando y dejara de concentrarse en el espejo.
—Lo vi a usted y a Snape en el bosque... —dijo de golpe.
—Sí —dijo Quirrell, sin darle importancia, paseando alrededor del espejo
para ver la parte posterior—. Me estaba siguiendo, tratando de averiguar hasta
dónde había llegado. Siempre había sospechado de mí. Trató de asustarme...
Como si pudiera, cuando yo tengo a lord Voldemort de mi lado...
Quirrell salió de detrás del espejo y se miró en él con enfado.
—Veo la Piedra... se la presento a mi maestro... pero ¿dónde está?
Harry luchó con las sogas qué lo ataban, pero no se aflojaron. Tenía que
evitar que Quirrell centrara toda su atención en el espejo.
—Pero Snape siempre pareció odiarme mucho.
—Oh, sí—dijo Quirrell, con aire casual— claro que sí. Estaba en Hogwarts
con tu padre, ¿no lo sabías? Se detestaban. Pero nunca quiso que estuvieras
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