HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 193
la planta se retiraba a causa de la luz y el calor. Retorciéndose y alejándose, se
desprendió de sus cuerpos y pudieron moverse.
—Me alegro de que hayas aprendido bien Herbología, Hermione —dijo
Harry, mientras se acercaba a la pared, secándose el sudor de la cara.
—Sí —dijo Ron—, y yo me alegro de que Harry no pierda la cabeza en las
crisis. Porque eso de «no tengo madera»... francamente...
—Por aquí —dijo Harry, señalando un pasadizo de piedra que era el único
camino.
Lo único que podían oír, además de sus pasos, era el goteo del agua en
las paredes. El pasadizo bajaba oblicuamente y Harry se acordó de Gringotts.
Con un desagradable sobresalto, recordó a los dragones que decían que
custodiaban las cámaras, en el banco de los magos. Si encontraban un dragón,
un dragón más grande... Con Norberto ya habían tenido suficiente...
—¿Oyes algo? —susurró Ron.
Harry escuchó. Un leve tintineo y un crujido, que parecían proceder de
delante.
—¿Crees que será un fantasma?
—No lo sé... a mí me parecen alas.
Llegaron hasta el final del pasillo y vieron ante ellos una habitación
brillantemente iluminada, con el techo curvándose sobre ellos. Estaba llena de
pajaritos brillantes que volaban por toda la habitación. En el lado opuesto,
había una pesada puerta de madera.
—¿Crees que nos atacarán si cruzamos la habitación? —preguntó Ron.
—Es probable —contestó Harry—. No parecen muy malos, pero supongo
que si se tiran todos juntos... Bueno, no hay nada que hacer... voy a correr.
Respiró profundamente, se cubrió la cara con los brazos y cruzó corriendo
la habitación. Esperaba sentir picos agudos y garras desgarrando su cuerpo,
pero no sucedió nada. Alcanzó la puerta sin que lo tocaran. Movió la manija,
pero estaba cerrada con llave.
Los otros dos lo imitaron. Tiraron y empujaron, pero la puerta no se movía,
ni siquiera cuando Hermione probó con su hechizo de Alohomora.
—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Ron.
—Esos pájaros... no pueden estar sólo por decoración —dijo Hermione.
Observaron los pájaros, que volaban sobre sus cabezas, brillando...
¿Brillando?
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