HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 116
a subir con Ron, para sacar; por fin, a la Nimbus 2.000 de su paquete.
—Oh —suspiró Ron, cuando la escoba rodó sobre la colcha de la cama de
Harry.
Hasta Harry, que no sabía nada sobre las diferencias en las escobas,
pensó que parecía maravillosa. Pulida y brillante, con el mango de caoba, tenía
una larga cola de ramitas rectas y, escrito en letras doradas: «Nimbus 2.000».
Cerca de las siete, Harry salió del castillo y se encaminó hacia el campo de
quidditch. Nunca había estado en aquel estadio deportivo. Había cientos de
asientos elevados en tribunas alrededor del terreno de juego, para que los
espectadores estuvieran a suficiente altura para ver lo que ocurría. En cada
extremo del campo había tres postes dorados con aros en la punta. Le
recordaron los palitos de plástico con los que los niños muggles hacían
burbujas, sólo que éstos eran de quince metros de alto.
Demasiado deseoso de volver a volar antes de que llegara Wood, Harry
montó en su escoba y dio una patada en el suelo. Qué sensación. Subió hasta
los postes dorados y luego bajó con rapidez al terreno de juego. La Nimbus
2.000 iba donde él quería con sólo tocarla.
—¡Eh, Potter, baja!
Había llegado Oliver Wood. Llevaba una caja grande de madera debajo del
brazo. Harry aterrizó cerca de él.
—Muy bonito —dijo Wood, con los ojos brillantes—. Ya veo lo que quería
decir McGonagall, realmente tienes un talento natural. Voy a enseñarte las
reglas esta noche y luego te unirás al equipo, para el entrenamiento, tres veces
por semana.
Abrió la caja. Dentro había cuatro pelotas de distinto tamaño.
—Bueno —dijo Wood—. El quidditch es fácil de entender; aunque no tan
fácil de jugar. Hay siete jugadores en cada equipo. Tres se llaman cazadores.
—Tres cazadores —repitió Harry, mientras Wood sacaba una pelota rojo
brillante, del tamaño de un balón de fútbol.
—Esta pelota se llama quaffle —dijo Wood—. Los cazadores se tiran la
quaffle y tratan de pasarla por uno de los aros de gol. Obtienen diez puntos
cada vez que la quaffle pasa por un aro. ¿Me sigues?
—Los cazadores tiran la quaffle y la pasan por los aros de gol —recitó
Harry—. Entonces es una especie de baloncesto, pero con escobas y seis
canastas.
—¿Qué es el baloncesto? —preguntó Wood.
—Olvídalo —respondió rápidamente Harry
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