habitissimo | página 53
Esa primera casa fue el germen de
lo que hoy es su negocio. Los amigos
los copiaban, les preguntaban, los ala-
baban. Se dieron cuenta de que tenían
potencial y así aparcaron sus trabajos
y se lanzaron a montar un showroom,
a crear sus primeros escaparates, sus
primeros proyectos. Fue entonces
cuando decidieron dar el salto y alqui-
lar un espacio en Malasaña
“Este local estaba destrozado –ex-
plica Celia con los brazos en jarras,
como disfustada con unas ruinas que
ya no existen–. Había sido la casa de
una señora con diógenes. Todos nues-
tros amigos nos decían que estába-
mos locos, pero vimos potencial aquí,
nos encantó”. Hace falta tener un gran
poder de abstracción para imaginar
este original y elegante espacio como
la cochambrera que describe Celia;
pero los supuestos defectos estructu-
rales siguen aquí, camuflados, poten-
ciados, mejorados.
El espacio era alargado, y sigue
siéndolo. Tenía distintas estancias que
ellos han mantenido para fomentar la
separación entre espacios. “Al final
este es un sitio que tiene mucha infor-
mación para la vista”, explica Celia, así
Bares y lugares