Habitissimo Otoño 2018 | Page 54

habitissimo | página 52 Bares y lugares Kike Keller es un bar, un showroom, una oficina, una galería de arte y mu- chas cosas más. Pero esta mañana, y con Celia como anfitriona, parece más bien la casa del sombrerero loco, un lugar donde las creaciones más dispa- ratadas cobran sentido. Está situado en el corazón del ma- drileño barrio de Malasaña. Esta loca- lización, que podría ser circunstancial en otro caso, dice mucho de su espí- ritu en este. Kike Keller es moderno, podría decirse hípster, si despojára- mos esta palabra de toda connotación peyorativa. También es polifacético, urbanita y desprejuiciado. Pero empe- cemos aclarando lo obvio, Kike Keller, más allá de un local, es una persona. "Es mi pareja –explica Celia–, aho- ra está en el taller de Boadilla, que sería como la trastienda de este lu- gar, allí es donde crea los muebles". Kike y Celia, Celia y Kike, los Keller, juntos forman un tándem creativo in- combustible. Él venía del mundo del atrezzo para cine y teatro; ella, de re- correr el mundo como azafata. Él es- taba acostumbrado a crear mobiliario rompedor y fantasioso; ella tenía el ojo hecho a distintos estilos, distintas culturas. Se juntaron, se potenciaron y se complementaron. "En dos meses estábamos vivien- do juntos –recuerda Celia–. Nuestra primera casa la transformamos con nada: con mucha imaginación y poco más. Los muebles eran de la función de La Bella y la Bestia, en la que Kike participaba allí y, cuando terminó, se los dieron. El armario, tú lo abrías y no había nada; pero a mí no me importa- ba, aquello era bellísimo".