habitissimo | página 50
En efecto, gran parte de la rehabilitación de la Sala Equis
es imperceptible al público: refuerzos estructurales, aisla-
mientos, impermeabilizaciones, climatización y resto de
instalaciones. «Todas estas cosas, que son indispensables,
consumieron gran parte del presupuesto», afirma Gil. Segu-
ramente por eso, la operación visible se convirtió en un acto
de precisión arqueológica. Se retiraron las butacas y se eli-
minaron falsos techos, se limpiaron candilejas y se recons-
truyeron peldaños y superficies, se levantaron pavimentos y
se descubrieron otros que llevaban décadas ocultos.
Algunos de estos descubrimientos cambiaron las de-
cisiones previas que habían tomado los arquitectos. «Casi
todo el suelo estaba recubierto de un pavimento plástico,
como de linóleo. Nuestra idea era sustituirlo por uno nuevo
pero, al levantarlo, nos encontramos debajo con unas lose-
tas cerámicas preciosas. Decidimos que lo único necesario
era limpiarlas y dejarlas a la vista, porque no hay otras igua-
les en Madrid», dice Gil. Y continúa: «En el proyecto había
varias cosas –espacios, materiales, acabados– que al final
Bares y lugares
no se hicieron; tanto porque el pre-
supuesto era ajustado como porque
descubrimos que realmente no era
necesario. Lo que había era, a veces,
mejor que lo que nosotros teníamos
pensado».
Mucho de lo nuevo de la Sala Equis
es, sencillamente, una revelación y
una puesta en valor de lo que allí es-
taba pero nadie conocía. Por ejemplo,
una de las candilejas de yeso y esca-
yola se ha limpiado y se ha mantenido
en el estado en el que se encontró. En
cambio, la otra era irrecuperable y se
ha sustituido por una recreación en
neón, creando así un juego entre la
imitación y la arqueología.
Pero no todo en la Sala Equis es
arqueológico. «El nuevo programa de