Habitissimo Invierno 2019 | Page 122

habitissimo | página 120 Es una profesión que disfruta, pues a Aliste le sigue gus- tando plasmar casas. No todas, solo aquellas que tienen una importancia central en una película; aquellas que, por su per- sonalidad, han calado en el imaginario colectivo. Cuando se le pide un ejemplo, Aliste lo tiene claro: “La casa de Amelie Poulain la vemos casi completa en la película. Ella vigila des- de la ventana de la cocina a su vecino pintor; en el baño des- cubre el secreto de su anterior inquilino; en el salón prepara su plan; en el dormitorio ve el vídeo que le deja su vecino; en el recibidor se encuentra con su amado... Eso convierte su casa en algo interesante para mí”. El caso de las series es distinto. En ellas, la reiteración de es- cenarios convierte las casas en icónicas. Muchos podrían dibu- jar de memoria el apartamento de Monica y Rachel en Friends, o la casa de Los Simpson. Sin embargo, pocos se habrán fijado en las grandes incongruencias arquitectónicas y contradiccio- nes en las que caen estas series. Iñaki Aliste sí. “Cada serie tiene las suyas propias y se podría escribir un libro con todas ellas”, asegura. “Tú puedes ver una serie durante cinco temporadas en la que sale un baño sin ventana, que si a los guionistas se les ocurre una situación en la que dos personajes se quedan encerrados en ese baño y necesitan escapar, allí que aparece magicamente una ventanita donde antes no había nada”. En Will y Grace los baños encogen y aumentan según el argumen- to del capítulo y en Las chicas de oro el dormitorio de Rose, una de las protagonistas, cambia de ubicación en varios capítulos. “¿Magia? ¿Agujeros de gusano? ¿Vórtices interdimensionales?”, se pregunta irónicamente Aliste.