Marti, Sofi y el misterio de la casa embrujada
Una noche de luna llena, el lobo Marti y la cebra Sofi se encontraban paseando por el bosque, iban al gran festejo de la luna que organizaban todos los animales para bailar, cantar, jugar y festejar.
En el camino escucharon un ruido extraño, parecían pasos de un animal muy grande que movía el pasto y las plantas del bosque.
Marti y Sofi aunque sintieron mucho miedo, tomaron coraje y se dieron vuelta para ver de dónde venía ese sonido, pero no encontraron nada.
Estaban aterrados y, como miraban para atrás, perdieron su rumbo y comenzaron a caminar rápido por un sendero. De repente se encontraron con una casa gigante, cubierta de telarañas, alrededor había tumbas y murciélagos volando por los techos. Marti y Sofi volvieron a escuchar ese sonido extraño y muy asustados entraron a la casa y cerraron la puerta.
Cuando corrían por la casa para esconderse, vieron una luz que los seguía, las puertas de los muebles se abrían y se cerraban, las sillas se caían y volvían a su lugar, los murciélagos entraron por la ventana y sobrevolaban a Marti y Sofi.
Asustados, intentaron escapar pero cuando se acercaban a la salida vieron por la ventana un gran animal azul que se acercaba. Era un elefante que rompió la puerta y ayudó a escapar a los chicos.
Finalmente, el elefante acompañó a Marti y Sofi al festejo de luna llena y les aconsejó que no regresaran a ese lugar ya que había una lámpara maligna que había embrujado la casa muchos años atrás. Ellos le explicaron que estaban escapando de un sonido y se perdieron, pero en realidad el ruido era del elefante que estaba tratando de evitar que fueran allí.
Por suerte pudieron llegar a horario al festejo y cuando se les pasó el susto, bailaron, cantaron y se divirtieron mucho.
35